Esfuerzos para salvar el Acuerdo Económico y Comercial Global Unión Europea-Canadá

(VOVworld) – Después de 7 años de negociaciones, el Acuerdo Económico y Comercial Global Unión Europea-Canadá (AECG) corre el riesgo de fracasar al no contar el bloque del viejo continente con el apoyo de un país miembro, Bélgica. Si no se logra firmar este tratado, será un duro golpe a la política comercial regional, de por sí estancada debido a la salida británica de la agrupación, conocida como Brexit. De esta manera, la Unión Europea concentra sus esfuerzos diplomáticos en salvar el pacto para superar los retos actuales.

Según el plan, el Acuerdo Económico y Comercial Global Unión Europea-Canadá debe rubricarse en ocasión de la visita del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a Bruselas el próximo 27 de octubre. Sin embargo, el Parlamento de la Región Valonia de Bélgica lo vetó debido a las preocupaciones relacionadas con la reducción de estándares de consumo y protección ambiental en Europa que perjudican también el mercado laboral. Esto quiere decir que el gobierno de Bruselas no puede aprobar el mencionado tratado porque no recibe el respaldo de todos los órganos legislativos federales, regionales y comunitarios, según lo establecido en la ley. Para la entrada en vigor del acuerdo, se requiere su ratificación por parte de los 28 Estados miembros del bloque y del Parlamento Europeo. De esta manera, el último acontecimiento ha llevado dicho tratado al borde del fracaso después de 7 años de diálogo.

¿Por qué se rechaza el AECG?

Esfuerzos para salvar el Acuerdo Económico y Comercial Global Unión Europea-Canadá - ảnh 1
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau en la rueda de prensa en Ottawa este 20 de octubre

¿Algunos preguntan por qué un acuerdo económico que contribuirá a elevar en un 20% el intercambio comercial y crear 80 mil puestos de trabajo enfrenta muchas dificultades que obstaculizan al mismo tiempo la rúbrica de otros tratados importantes?

De no aprobarse el pacto, se registrarán primeramente pérdidas económicas. Según estadísticas del diario Wall Street Journal, el acuerdo podrá incrementar el volumen comercial de la Unión Europea en 5 mil 800 millones de euros anuales. En este sentido, si no se firma, será incierta la futura política comercial de la agrupación, incluido el destino del Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) con Estados Unidos. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, advirtió de la incapacidad de lograr otros tratados similares si este no se ratifica.

En la actualidad, la impugnación se debe a la preocupación respecto a la reducción de los estándares ambientales y laborales. En el caso de Valonia, al gobierno de esa región le preocupa la desventaja comparativa frente a los productos canadienses porque el pacto autoriza a las partes involucradas la eliminación del 99% de sus aranceles. El rechazo de los acuerdos comerciales se ha incrementado en el viejo continente ante el temor de los crecientes beneficios para las corporaciones multinacionales, en detrimento de los consumidores y los trabajadores. En tanto, funcionarios de la Unión Europea consideran que es una buena oportunidad para impulsar la globalización en beneficio de la población y no sólo de algunas empresas.

Esfuerzos de última hora para salvar al AECG

Esfuerzos para salvar el Acuerdo Económico y Comercial Global Unión Europea-Canadá - ảnh 2
Foto de ilustración


Ante el riesgo del fracaso del mencionado tratado con Ottawa, la agrupación europea realiza esfuerzos diplomáticos para salvarlo. Este lunes, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se reunió con el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, y el gobernador de la Región de Valonia, Paul Magnette, para encontrar soluciones al estancamiento. El bloque ya fijó la fecha tope para decidir si firmará o no el acuerdo con Canadá.

Por su parte, el ministro de Comercio de esa nación norteamericana afirmó que las oportunidades dependen de la parte europea y expresó la esperanza de encontrar una solución al tema. Con anterioridad, Canadá criticó la falta del consenso de la agrupación continental. Sin embargo, queda algún tiempo para salvar la situación. Aunque el Parlamento de la Región de Valonia y la comunidad francófona votaron en contra del mencionado pacto, la decisión final pertenece a los gobiernos federales, regionales y comunitarios de Bélgica. Ellos son el Estado Federal y las regiones de Flandes, Valonia y Bruselas, así como las comunidades de habla alemana y francesa.

De momento se realizan diversos contactos para resolver las diferencias, pues no quieren desperdiciar 7 años de negociaciones. El triunfo o fracaso en este caso tienen una importancia trascendental porque influye no sólo en el sector comercial, sino también en las relaciones diplomáticas entre los países involucrados.
Noticias Relacionadas

comentar

Otros