Europa en 2013: Recuperación económica, pero no política

(VOVworld) – No se puede negar los esfuerzos de Europa para superar la crisis económica en 2013. En general, los miembros de la Unión Europea concuerdan en que la política de austeridad no es la única solución. Algunos desafían riesgos presupuestarios para buscar la recuperación del crecimiento. Sin embargo, su determinación no es suficiente e incluso afecta considerablemente a otros Estados integrantes y sobretodo la política de asuntos exteriores del bloque.

Según estadísticas, el Producto Interno Bruto de la Unión Europea (UE) alcanza un 1,1% más en el segundo trimestres de 2013 respecto al mismo lapso del año anterior. La Confianza del consumidor en 17 países miembros de la eurozona subió 11,8 puntos desde agosto (del -17,4 a -5,6). Alemania y Francia, las dos mayores economías del bloque ocupan los primeros lugares en cuanto al ritmo de crecimiento.

Implementación de grandes reformas económicas

En 2013, Europa no ha logrado superar la crisis aunque ha aplicado numerosas reformas económicas, entre ellas la fundación de una alianza bancaria, el enfrentamiento al contrabando y la creación de empleos. La eficiencia de estas políticas no se vislumbre a corto plazo pero según numerosos expertos, deben surtir efecto en 2014.

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España es uno de los países de la eurozona con mayor cifra de parados


Si se miran las cifras de crecimiento en 2013, se puede concluir en que la crisis económica se ha aminorado. Las economías locomotoras, en especial Alemania mantienen su posición mientras que las débiles como España, Italia y Grecia, entre otras, han superado los momentos más críticos. Por supuesto quedan caminos por andar, especialmente el enfrentamiento al paro. En general, todos los Estados integrantes compartieron en que la política de austeridad no es la única solución. Algunos desafían riesgos presupuestarios para buscar la recuperación del crecimiento

Impactos en política exterior

La crisis económica ha ejercido influencias negativas en las políticas de relaciones internacionales de la UE en 2013. Debido a ello, los países deben concentrar sus recursos en el crecimiento económico y así no pueden abordar otros temas principales. Esto tiene consecuencia como el surgimiento del nacionalismo en varias naciones, entre las que destaca Francia con la elevación de la voz del ultraderechista Frente Nacional, que mantiene una postura contra Europa mientras que en Alemania existen polémicas sobre la responsabilidad nacional de apoyar a otros países integrantes de la Unión. En Europa pierde gradualmente su solidaridad y su atracción inversionista, lo que se demostró con el fracaso de la reciente cumbre “Socios del Oriente” en Vilna, Lituania donde se intentaba incentivar la integración de los países de Europa Oriental en la Unión Europea, entre los cuales Ucrania rechazó incorporarse. Hasta la fecha, la política hacia el Oriente de Europa choca con influencia de Rusia.  

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El presidente de Rusia, Vladimir Putin (i) y su homólogo
de Ucrania, Viktor Yanukovych


Además, la política de austeridad ha llevado a Europa a otra recesión. Según estadísticas, al menos 27 millones de personas se encuentran en el paro y cabe la posibilidad de que la tasa de desempleo se dispare al 27%, un nivel récord nunca registrado desde la gran depresión en Estados Unidos. En tal contexto, la calidad de vida de los ciudadanos europeos se deteriora y por eso el aumento de las protestas masivas.

Recuperación económica sigue prioritaria en próximos dos años

Los pronósticos más optimistas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo dicen que se vislumbran señales de recuperación económica en el continente a partir de finales de 2014, o a principios de 2015. Sin embargo, para lograrlo, todos deben superar enormes retos. La base de los éxitos del bloque reside en una buena coherencia económica pero todavía se corre el riesgo de perder todos los frutos cosechados durante las últimas décadas. Si la crisis dura, los gobiernos de la unión enfrentan la desintegración y esto será una oportunidad de oro para el acceso de los partidos ultraderechistas al poder, y así se haría inminente que algunos países declararan su renuncia a la Unión Europea y la eurozona. En este sentido, para sobrevivir, el bloque debe poner en primera prioridad las reformas para buscar la recuperación del crecimiento económico, considerándolo como crucial. Entretanto, la comunidad internacional presenciará grandes cambios en el próximo año, concretamente en mayo de 2014 cuando 390 millones de electores europeos votarán en las elecciones parlamentarias del bloque para determinar su futuro.

Además de implementar la política de crecimiento económico, en 2014, Europa debe recuperar la confianza de los ciudadanos. Pero para esto se requiere bastante tiempo en un contexto en que los países de la eurozona siguen sin lograr un consenso político y financiero hasta el momento.

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