(VOVWORLD) - Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Rusia, Vladimir Putin, tuvieron este 7 de julio su primer cara a cara, al margen de la Cumbre del Grupo de las economías industrializadas y emergentes (G20) en la ciudad alemana de Hamburgo. Este encuentro mostró señales hacia un deshielo de las relaciones bilaterales.
A pesar de las diferencias, la reunión bilateral entre Donald Trump y Vladimir Putin se considera "constructiva y positiva" (Foto: Reuters)
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El diálogo entre ambos mandatarios duró más de dos horas, mucho más de los 30-40 minutos anunciados previamente por los medios de comunicación internacionales. Durante sus conversaciones, debatieron sobre los problemas en las relaciones entre sus países, además de varios asuntos candentes del mundo como la crisis en Ucrania, los conflictos en Siria, el terrorismo y la ciberseguridad.
La gran brecha todavía insuperable
Esta cita se produjo en medio de la alta tensión existente entre las dos naciones, debido a la adhesión de Crimea, anteriormente perteneciente a Ucrania, al territorio ruso y el apoyo de Moscú a la administración siria de Bashar al-Assad, así como a la sospechosa intervención rusa en las elecciones estadounidenses en 2016 que fue mencionada por el presidente Trump en esta cumbre.
Naturalmente, Moscú rechazó enérgicamente los bombardeos de la alianza encabezada por Washington contra bases aéreas en Siria, argumentando que los Estados Unidos acusaron al gobierno sirio de usar armas químicas para defender su interferencia militar en esa nación de Oriente Medio.
Las diferencias entre ambos países aumentaron a un nivel tan alto que Rusia decidió cortar la línea de comunicación directa bilateral diseñada para impedir colisiones aéreas, lo que causó preocupaciones por el incremento de riesgos de choques entre sus aviones en este feroz campo de batalla.
Enfoques más flexibles
A pesar de sus desacuerdos sobre Siria, tanto Moscú como Washington esperan abrir más oportunidades de cooperación en la lucha contra el terrorismo. Por esta razón, Trump y Putin consiguieron con este encuentro el alto el fuego en el suroeste de Siria, un paso que demuestra la buena voluntad de ambas partes con el propósito de buscar una solución a la actual crisis en esa nación. El acuerdo fue pronunciado por la Secretaría de Estado norteamericano inmediatamente después de las conversaciones entre los dos mandatarios en Hamburgo.
Hasta el momento, se trata de un resultado elogiable porque las dos potencias ya encuentran una voz común en algunos asuntos, tales como dicha tregua y el establecimiento de una línea de comunicación para la crisis en Ucrania. Se puede decir que es una buena señal teniendo en cuenta que las relaciones bilaterales se encuentran en el punto más bajo desde la Guerra Fría.
Así pues, el primer cara a cara entre Donald Trump y Vladimir Putin resultó exitoso y generó reacciones positivas, contribuyendo así a aliviar las tensiones que podrían empujar a los dos países al borde de la confrontación. Su consenso en esta reunión abrió una puerta hacia las negociaciones destinadas a resolver las diferencias aunque habrá más dificultades en el futuro.