Inundaciones en China y problemas en la gestión de recursos hídricos

(VOVWORLD) -China enfrenta las peores inundaciones en varias décadas, dejando graves consecuencias en la vida de decenas de millones de personas en el sur del país. Aparte de los impactos causados por el cambio climático, expertos internacionales realizan diferentes análisis y predicciones relacionados con la gestión de los recursos hídricos en las represas instaladas aguas arriba en el gigante asiático y su efectividad en la prevención de aluviones.
Inundaciones en China y problemas en la gestión de recursos hídricos - ảnh 1 Casas y carreteras destruidas por las inundaciones en China. (Foto: Peolpe's Daily)

Según un informe oficial publicado por el Gobierno chino, las últimas inundaciones en el país dejaron un saldo de más de 140 muertos, afectaron a 38 millones de personas y destruyeron 28 mil viviendas. También provocaron serias consecuencias en el sistema de diques en el río Yangtsé en el sur, e igualmente el del río Huáng Hé y las provincias del norte.

Graves daños

Las persistentes e incontenibles lluvias en China desde finales de mayo y las crecidas han provocado inundaciones en gran parte del territorio. Estas riadas han sido las más virulentas en varias décadas, cuyas pérdidas se estiman en hasta 13 mil 500 millones de dólares. La administración local advirtió niveles de agua récord en 33 ríos y desbordamientos en otros 433 ríos del país.

Desde el comienzo de la época húmeda hasta ahora, expertos chinos y extranjeros han realizado muchos análisis sobre la capacidad del control de crecidas, así como los impactos de la construcción de megaproyectos hidroeléctricos en China. Entre estas obras destaca la gigantesca presa de las Tres Gargantas, considerada la más grande del mundo con 2,3 kilómetros de largo y 185 metros de alto. Fue construida y puesta en funcionamiento en 2003 con el fin de evitar las inundaciones a lo largo del río Yangtsé.

Sin embargo, debido a la preocupación de que las crecidas aguas arriba en el verano causan una sobrecarga en el dique, las autoridades locales decidieron abrir las compuertas de descarga aguas abajo para mantener un bajo almacenamiento de agua en el embalse. Contrario a las expectativas, esta decisión causó graves inundaciones en las áreas debajo de la presa, y la situación se agravó debido al aumento de las precipitaciones desde principios de junio.

Beijing construyó más de 30 mil estaciones de monitoreo de inundaciones a lo largo del Yangtsé, las cuales permitirá a los gobiernos locales recoger datos para hacer predicciones más precisas. Sin embargo, según muchos especialistas, el control de las riadas depende de la capacidad de las represas y la cantidad de lluvias. Mientras, las previsiones anuncian más diluvios y preocupan por agravar aún más la situación cuando la temporada de lluvias alcance su punto máximo a finales de julio y principios de agosto.

Problemas de gestión hídrica en áreas aguas arriba

Durante mucho tiempo, numerosos geólogos chinos se opusieron a los grandes proyectos hidroeléctricos. Argumentaron que la presa de las Tres Gargantas solo podía retener un pequeño volumen del agua total cuando ocurrieran aluviones, así como prevenir las corrientes parcial y temporalmente aguas arriba, además de no ayudar en el control de las riadas causadas por las fuertes lluvias en el medio y bajo río.

Según expertos, al construir la presa, los gestores ignoraron la capacidad natural del control de las inundaciones de ríos y lagos. Por su parte, el Gobierno chino reconoció que no es posible depender únicamente de la presa de las Tres Gargantas para controlar las riadas en todo el delta del Yangtsé.

A nivel mundial, muchos pueblos ribereños se han opuesto a la construcción de grandes represas, ya que viven de los recursos de los ríos y se esfuerzan para protegerlos. Además de demandar la compensación debido a los daños causados por la construcción de esas obras, propusieron medidas alternativas, como la edificación de pequeñas presas y la conservación del recurso hídrico.

Durante las últimas décadas, se han señalado en varios foros internacionales los efectos negativos de la construcción de grandes represas, y se han instado a las autoridades competentes a detener su operación. Pese a estos esfuerzos, muchas obras fueron inauguradas, amenazando la vida una gran cantidad de personas en todo el mundo.

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