La renuncia de Angela Merkel se anunció después del fracaso de los dos principales partidos aliados la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) en las elecciones de los estados federados de Hessen y Bavaria.

Final previsible

La canciller de Alemania, Angela Merkel no presentará su candidatura a las elecciones del partido en diciembre próximo (Foto: Getty)

La retirada de Angela Merkel no es sorpresiva debido a que su prestigio deterioró luego de los comicios federales en septiembre de 2017. En aquel momento, la líder asumió el mismo cargo para un cuarto mandato y aunque su alianza CSU/CDU consiguió la mayoría de los asientos parlamentarios, se trató de su peor resultado electoral en las últimas 7 décadas. Mientras, los partidos nacionalistas obtuvieron un número sin precedentes de escaños en la Dieta Federal.

En ese contexto, numerosos analistas y políticos auguraron un futuro inestable al campo político germano. Al desempeñar la presidencia de la CDU desde 2000 y el cargo de canciller de Alemania desde 2005, Angela Merkel clasificó como una de las mujeres más poderosas del mundo. Siendo dirigente de la economía más importante de la Unión Europea, Merkel es considerada una verdadera líder del bloque continental y ha dejado huellas tan importantes en las esferas de la economía y la diplomacia como la superación exitosa de la crisis de la Eurozona.

Aunque la política de apertura de la dirigente alemana ante la crisis migratoria en 2015 le ayudó a convertirse en la figura del año según la revista Time, en los últimos tiempos la asaltan los fracasos políticos. Más de 1,5 millones de refugiados han llegado a territorio germano desde 2014, lo que provocó la pérdida del apoyo de los electores conservadores.      

Futuro incierto de Alemania y la Unión Europea

Mientras la canciller de Alemania considera su decisión como una oportunidad para escribir una nueva página de la historia nacional, especialistas estimaron que el futuro del país es incierto

Si Merkel no desempeña más la presidencia de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania en lo que queda del mandato, perderá peso en la implementación de las políticas gubernamentales. La situación se agravaría cuando la alianza CSD/CDU se desintegre, lo que provocaría las elecciones anticipadas y la echarían del cargo antes de terminar su mandato.

Otra cuestión radica en quien será el futuro canciller del país. El fin de la “Era Merkel”, símbolo de la estabilidad planteará más riesgos en medio de la complejidad de los asuntos internos y externos. En el territorio nacional, la política a favor de los migrantes es criticada severamente, acusada de perjudicar la estructura social alemana y provocar conflictos culturales y religiosos. Entretanto, la política de austeridad del Gobierno adoptada durante años insatisface a muchos votantes. En el plano internacional, las prácticas proteccionistas del presidente estadounidense, Donald Trump, el embargo impuesto a Rusia y la división de la Unión Europea son también retos nada pequeños.       

La estabilidad de Alemania y de la agrupación regional se deteriorará debido a la dimisión de la canciller Angela Merkel. Su retirada evidencia una división política cada vez más grave en el viejo continente. El surgimiento del populismo en Europa Oriental y los países mediterráneos y el fracaso del Partido Socialdemócrata Sueco crearían una nueva tendencia capaz de cambiar totalmente la fisonomía del continente.