(VOVworld) – El triunfo de las revoluciones depende principalmente de los preparativos meticulosos para aprovechar una oportunidad de oro. Fue el caso con la de agosto de 1945, que devolvió el gobierno al pueblo vietnamita, prueba elocuente de la perspicacia del presidente Ho Chi Minh y del Partido Comunista de Vietnam.
El levantamiento general de la Revolución de Agosto es un modelo para todos los pueblos oprimidos por los imperialistas y los colonialistas. El suceso que tuvo lugar en apenas dos semanas puso fin al yugo ejercido por ellos, derrocando un régimen feudal de varios milenios y creando el Estado de la República Democrática de Vietnam.
Triunfo por iniciativa propia y unidad popular
El historiador Duong Trung Quoc
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El mencionado alzamiento necesitó un largo tiempo de preparación, a partir de la fundación del Partido Comunista para liderarlo. La causa de la revolución se aceleró durante la Segunda Guerra Mundial, especialmente cuando el presidente Ho Chi Minh dirigía la resistencia. En 1941, el Comité Central de la organización estuvo consciente de los altibajos de la situación del país, y trazó las metas prioritarias para liberarlo. El tiempo oportuno llegó después de que los fascistas japoneses se rindieron ante las Fuerzas Aliadas, el 13 de agosto de 1945, influyendo considerablemente en los futuros acontecimientos de la Guerra de Indochina. El Partido Comunista comprendió entonces que existían pocas posibilidades de éxito antes del fin de la ocupación nipona, y después del 5 de septiembre, fecha en que las Fuerzas Aliadas desarmaban a los soldados nipones en Vietnam cumpliendo el Tratado de Rendición. Así despertó el patriotismo de más de 20 millones de compatriotas para levantarse y al final, logró recobrar el poder administrativo para ellos. El historiador Duong Trung Quoc contó: “Tras el triunfo de la revolución en Hanói, en apenas una semana, el pueblo recuperó los gobiernos de Hue, Saigón y de todas las localidades del país. Esta hazaña evidencia una unanimidad popular, la disponibilidad de fuerzas y la dirección clarividente de los líderes revolucionarios. Pese a grandes dificultades de tránsito y de comunicación, todos los vietnamitas se levantaron, mostrando mucha determinación con el encauzamiento de la Liga para la Independencia de Vietnam (o Viet Minh) para alcanzar la victoria final”.
Vigencia del evento en el presente
El mausoleo del presidente Ho Chi Minh en la plaza de Ba Dinh, Hanoi
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La Revolución de Agosto conserva un valor intacto en la actual época de globalización. Mientras el país se moderniza construyendo un país industrializado, está consciente de la importancia de las fuerzas populares para aprovechar las oportunidades de desarrollo. El doctor Nguyen Van Nhat, profesor adjunto del Instituto de Ciencias Sociales, comentó al respecto: “Vietnam está en una etapa de profunda integración mundial y por lo tanto, debe prepararse bien para sacar ventajas de este proceso, aplicando las experiencias históricas de la Revolución de Agosto. Hay que aprovechar el apoyo de la comunidad internacional para construir y defender la independencia y la integridad territorial de la patria. Por otro lado, necesitamos vincular las fuerzas populares con las potencialidades que ofrece el país, además de enaltecer al máximo las ayudas de otras naciones para lograr un desarrollo acelerado y sostenible”.
Los frutos alcanzados en las últimas siete décadas, en especial durante los 30 años de la renovación nacional ‘Doi moi’, derivan de los principios asentados por el triunfo de la Revolución de Agosto. La más preciada de las experiencias adquiridas concierne el papel primordial del Partido Comunista en el ensalzamiento del patriotismo y de la unidad nacional, aprovechando todas las oportunidades y avanzando hacia nuevas victorias. Sirve de brújula para seguir construyendo y defendiendo la nación bajo el liderazgo flexible del Partido, frente a los retos de la globalización.