Nexos Rusia – China e intereses propios

(VOVworld) – El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, partió este martes en visita oficial de tres días a China, por invitación de su contraparte chino, Li Keqiang. El viaje del jefe del Gobierno ruso tiene como finalidad fomentar la cooperación con el gigante asiático en distintos campos ante un cambio geo-político de la región en los últimos años, pero en el fondo de esto, responde a los objetivos estratégicos de cada parte.

De acuerdo con la Cancillería rusa, la agenda de Dmitry Medvedev se concentrará en la décimo octava Reunión regular de jefes de gobiernos entre los dos países, en Beijín, donde se abordará una amplia gama de temas pero la atención recaerá especialmente en proyectos energéticos y de defensa además de intercambios comerciales, económicos, educativos y agrarios.

Por mejoría de relaciones bilaterales

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Vladimir Putin en su visita a China en julio de 2012

Las relaciones entre Moscú y Beijín se han fortalecido sin cesar mediante visitas y contactos de alto rango efectuados con frecuencia. Inmediatamente después de su reelección, el presidente ruso, Vladimir Putin, eligió Beijín como el primer destino extranjero. Su homólogo chino, Xi Jinping, arrancó en Moscú su primera gira al exterior como mandatario de la potencia asiática. Antes del encuentro bilateral al margen de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), desarrollada en septiembre pasado en la isla indonesia de Balí, ambas partes apreciaron en alto grado sus fructíferos vínculos. Mientras que Vladimir Putin aseguró que ambas naciones se encuentran en un mejor momento de vinculación, el estadista chino en un comunicado emitido previo a su periplo en Moscú, otorgó prioridad a construir “las relaciones de asociación estratégica bilaterales”. Las dos partes acordaron elegir el 2013 como el Año de Turismo chino, e incentivar intercambios juveniles en los años 2014 y 2015.

Rusia y China expresaron buena voluntad de afianzar la colaboración económico-comercial como una de sus primeras prioridades. Según cálculos, el volumen comercial bilateral representó en 2012 cerca de 88 mil millones de dólares. La colaboración en explotación del petróleo y gas logró resultados positivos, reforzándose recientemente con el acuerdo rubricado entre la Empresa de Petróleo del Gobierno ruso, Rosneft y la Corporación Energética Estatal de China, CNPC, por más de 260 mil millones de dólares, que permitió duplicar el suministro de crudo ruso a China.

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Xi Jinping muestra la consideración de China de fomentar la cooperación
de defensa con Rusia, en su viaje a Moscú en marzo pasado

Ambos países suscribieron en junio pasado un contrato por el que se venderá a Beijín 24 cazabombardeos Su-35S y 4 submarinos tipo Lada. Por primera vez, se realizaron maniobras militares conjuntas en el mar y en tierra firme.

Dejar atrás difefendos hacia una relación más estrecha

No obstante, observadores estimaron que “la precaución” es “matiz principal” en el “panorama de las relaciones Rusia-China”. Moscú expresó la preocupación de que Beijín se aproveche de las tecnologías modernas rusas para fabricar armas con la ambición de integrarse al mercado global armamentista. Tal temor tiene fundamento cuando China, segundo importador de armamentos en el mundo, figuró entre los primeros 5 exportadores de este rubro en 2012, pese a que dispone de una cuota de sólo un 5% en el mercado respecto a un 26% de Rusia. Por ende, Moscú, en el contrato bilateral de armas esclareció que enviará a China aviones completos sin aceptar que vayan ensamblado. Por un lado, Rusia continúa dinamizando las relaciones con China, y por el otro lado, vislumbra la potencial aspiración de ese país de convertirse en una superpotencia mundial. Por añadidura, ambas naciones no comparten posiciones en torno a las disputas territoriales con Japón en el Mar Oriental, cada una guiada por sus propios intereses. Mientras que Beijín busca el apoyo ruso para lograr la soberanía en el archipiélago de Diaoyu (o Senkaku en japonés), Moscú toma muy en cuenta la cooperación con Tokio aunque aún existen discrepancias bilaterales respecto a las islas Kuriles.

Analistas valoraron que el dejar atrás los diferendos bilaterales para robustecer las relaciones entre Rusia y China responde a vaivenes geo-políticos, sobre todo por la estrategia de Estados Unidos de trasladar su foco de atención al Asia-Pacífico. La visita del primer ministro ruso a China, sin duda, equilibrará el eje de los vínculos de economía y defensa entre estos 3 Estados.

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