(VOVworld) – En los últimos tiempos, en Camboya un grupo promovió manifestaciones espontáneas, difundiendo argumentos tergiversadores y reclamando una parte del territorio vietnamita. Incluso, incitó a la ruptura de las relaciones entre los dos países. La imagen de solidaridad de estos dos países vecinos a lo largo de su historia y en su lucha conjunta por defender la soberanía territorial y los intereses nacionales legítimos está manchada por fines políticos sombríos de ese grupúsculo.

En julio de 2014, más de 100 personas se congregaron delante de la embajada de Vietnam en Pnom Penh, gritando la devolución de una parte territorial de Vietnam por incitación de la organización llamada “Comunidad Jemer Camboya Krom”. A mediados de agosto, este grupo continuó incitando protestas, en las cuales quemaron una bandera nacional de Vietnam. En los últimos días, sus líderes declararon con desfachatez que se corten las relaciones con Vietnam.

Retrato de los incitadores y tergiversadores de la historia

Entonces ¿Quienes son estos manifestantes en realidad? Y quienes los apoyan? No es difícil reconocer entre los que incitaron disturbios en la capital camboyana contra Vietnam algunos miembros del opositor Partido de Rescate Nacional de Camboya y su líder Sam Rainsy. Bajo su dirección, esta facción ha instigado campañas contra la comunidad vietnamita en el vecino país, acción condenada en repetidas ocasiones por el Gobierno camboyano y  Naciones Unidas como segregación racial.

Cabe destacar que Sam Rainsy debió comparecer dos veces ante el tribunal por desinformación y divulgación de mapas falsos sobre la presunta pérdida de terrenos en el proceso de demarcación fronteriza entre Cambodia y Vietnam en la provincia de Svay Rieng. Las acciones malintencionadas de Rainsy han sido juzgadas de acuerdo con la ley de Cambodia y denunciadas por los pueblos de ambos países. Sin embargo, en realidad, Thach Se Tha, diputado del Parlamento y miembro del Partido de Rescate Nacional, al frente de la pandilla “Comunidad Jemer Camboya Krom” es quien dirige directamente las manifestaciones, con el propósito de reventar la amistad entre los dos países y deformar la historia en la tierra de Nam Bo (Cochinchina), en el sur de Vietnam.

Después de un tiempo de presentarse como organización no gubernamental, la “Comunidad Jemer Camboya Krom” y su líder se vuelven cada vez más radicales. Entre otras actividades, presentaron una solicitud al rey Sihanouk, al presidente y el Parlamento de Francia pidiendo la derogación del Acuerdo 49-733 sobre la tierra vietnamita de Cochinchina, instauraron el “Día de la pérdida de tierra” (4 de junio de 2003) y aumentaron la difusión de informaciones falsas al respecto. En calidad de legislador de la facción opositora principal de Cambodia, Thach Se Tha tergiversó sin ningún recato la situación de los camboyanos en Vietnam, llamó a la ONU a abrir una Oficina de representación en la provincia vietnamita de Can Tho para supervisar los derechos humanos de los jemers y promovió apoyo de otros partidos opositores en Cambodia y de instituciones internacionales a su organización.

Vietnam: un socio confiable de Cambodia

Estas acciones han sido calificadas de inaceptables e inmorales por el Ministerio del Interior de Camboya. En declaraciones a la prensa recientemente, el vocero del Gobierno real camboyano, Phay Siphan dijo que el vecino país nunca representa un factor amenazante para la seguridad de Camboya como pregonan. “El Gobierno y el pueblo de Cambodia siempre preconizan mantener y robustecer las relaciones con Vietnam, así como los grandes logros en su larga lucha en conjunto en diferentes etapas de la historia. Estamos decididos a impedir la destrucción por cualquier fuerza de esta solidaridad especial”, recalcó el portavoz. También aclaró que el gobierno y el pueblo camboyanos rechazan y evitarán de todos los modos la mala intención de ciertas personas desconocedoras de la historia de romper los buenos lazos entre Vietnam y Cambodia.

Las acciones de los radicales camboyanos no solo indignan a los vietnamitas, sino que además violan la ley de Cambodia y agreden a la tradicional amistad y la cooperación entre los dos países. Sin embargo, ese grupo nunca representa la voluntad del pueblo camboyano, sino la de unos oportunistas que aspiran a ganar falsa reputación y un compartir el poder mediante acciones provocadoras. Así pues nunca será fácil destruir las relaciones de amistad establecidas desde tiempos remotos entre los dos pueblos vecinos.