Las últimas cifras sobre el crecimiento de China y la inflación en Estados Unidos y Europa muestran que las economías más grandes del orbe continúan manteniendo una recuperación lenta pero constante. Sin embargo, también ha habido algunas señales de que la economía global podría enfrentar mayores riesgos en el segundo semestre de este año.

Gráfico de crecimiento del PIB de China. (Foto: stats.gov.cn)

Crecimiento económico de China: estable pero lento
En un informe publicado el 15 de julio, la Oficina Nacional de Estadísticas (BNE) de China reveló que el Producto Interno Bruto (PIB) del país en el primer semestre de 2024 aumentó un 5% respecto al mismo período del año pasado. La recuperación del sector manufacturero es el principal motor y el mayor apoyo a tal resultado, impulsado también en parte por una fuerte demanda externa. En el primer semestre del año, el índice de producción industrial creció un 6% respecto al mismo período del año pasado. Sólo en junio, este índice aumentó un 0,42% respecto al mes anterior, pero un 5,3% más que en igual lapso del año pasado. La recuperación de varios otros sectores, en particular el turismo, también contribuye significativamente a estimular la demanda de consumo interno del gigante asiático. Liu Aihua, portavoz del BNE, comentó: “En general, la economía china opera de manera estable y logra avances constantes. La producción creció sin cesar y la demanda del mercado siguió recuperándose. El empleo y los precios se mantienen básicamente estables mientras que los ingresos de los trabajadores siguen aumentando. Los nuevos motores de crecimiento se desarrollan a un ritmo más rápido y el sector del desarrollo de alta calidad también logra nuevos avances”.
Sin embargo, vale la pena señalar que el crecimiento de China en el segundo trimestre sólo alcanzó el 4,7%, frente al 5,3% del primer trimestre y por debajo de las previsiones anteriores. Esta desaceleración del crecimiento plantea preocupaciones sobre las perspectivas económicas del gigante asiático en la segunda mitad del año.
Xing Zhaopeng, experto en investigación de China del Banco ANZ, sucursal de Shanghái, señaló que el PIB de China sólo aumentó un 4,7% en el segundo trimestre, lo que hace que el objetivo del 5% para todo el año sea un desafío en la segunda mitad, especialmente cuando muchos de los principales productos de exportación chinos enfrentan barreras del proteccionismo comercial, en particular el aumento de los aranceles de la Unión Europea (UE) a los vehículos eléctricos de esa nación.
A su vez, Harry Murphy, economista de la agencia de calificación de riesgo Moody's Analytics, también dijo que la segunda economía del mundo tendrá que resolver dos desafíos importantes, que son el gasto de los consumidores y el lento mercado inmobiliario para evitar la tendencia de desaceleración del crecimiento en el último semestre.

Debido a que China desempeña un papel importante en el crecimiento mundial y tiene una posición de liderazgo en el comercio internacional, las señales inciertas de su economía pueden afectar el crecimiento global.

La vacilación de la Fed
En el contexto de que la economía de China no ha logrado el avance esperado, tampoco están claras las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos, la economía número uno del mundo.
En una audiencia ante el Senado de Estados Unidos el 9 de julio, el presidente de la Reserva Federal (FED), Jerome Powell, dijo que se prevé que la economía nacional crezca alrededor del 2% este año, pero todavía no se espera que se logre pronto el objetivo de controlar la inflación dentro del 2%.
Según el funcionario, la economía estadounidense todavía necesita esperar a mejores datos para empezar a recortar los tipos de interés, algo que los inversores foráneos llevan esperando desde principios de este año.
Powell reconoció los impactos negativos de mantener altas tasas de interés durante demasiado tiempo en el mercado laboral y la economía, diciendo que se desaceleró el número de empleos creados en junio (206.000), y al mismo tiempo la tasa de desempleo aumentó hasta el 4,1%.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, en una audiencia ante el Comité de Banca, Vivienda y Asuntos Urbanos del Senado de Estados Unidos el 9 de julio de 2024. (Foto: Bloomberg)

Por lo tanto, aseguró que su entidad considerará cuidadosamente los cambios de política en el futuro cercano. “Evitamos emitir señales específicas sobre la hoja de ruta del recorte a los tipos de interés, porque eso dependerá de los datos. Además, si el mercado laboral se debilita más allá de lo esperado, podría ser un motivo para flexibilizar la política monetaria. Estamos considerando ambos factores”, dijo.

Por su parte, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, consideró “factor preocupante a largo plazo” el continuo aumento de la deuda pública de Estados Unidos, e instó a reducirla y reestructurar la economía, pero recomendó que Estados Unidos mantenga los tipos de interés altos hasta finales de este año. Según Tim Oechsner, estratega de mercados de capitales de la empresa financiera Steubing AG (Alemania), la vacilación y la ambigüedad de la FED en su hoja de ruta de recortar los tipos de interés obligan a hacer pronósticas más cautelosas sobre las perspectivas económicas mundiales en el segundo semestre de este año.