Toda la sociedad une esfuerzos para paliar el dolor naranja en Vietnam

(VOVWORLD) - Hoy, 10 de agosto, Vietnam conmemora el 56 aniversario del Día de las Víctimas del agente naranja/dioxina. Después de más de cinco décadas desde que el Ejército norteamericano rociara esta sustancia toxica en este territorio, el desastre naranja sigue obsesionando a las generaciones que participaron directamente en la guerra e incluso a sus descendientes. Las políticas preferenciales del Estado y los apoyos de toda la sociedad a favor de los compatriotas afectados les han ayudado a superar las pérdidas y mejorar su vida.
Toda la sociedad une esfuerzos para paliar el dolor naranja en Vietnam - ảnh 1 Los organismos centrales y locales en Vietnam prestan atención especial a las víctimas del agente naranja

De 1961 a 1971, las tropas estadounidenses lanzaron unos 80 millones de litros de sustancia con herbicidas y defoliantes químicos sobre casi un cuarto de superficie de la región sureña de Vietnam. Este veneno causó graves consecuencias en el medio ambiente, el ecosistema y la salud humana.

Aún quedan “dolores naranjas”

Unos 4,8 millones de vietnamitas fueron expuestos de alguna manera a la dioxina, entre ellos más de 3 millones directamente. Centenares de ellos murieron y otros padecen enfermedades letales. Según un estudio del Centro Tropical Vietnam-Rusia, este tóxico provoca efectos en la salud y en la vida que perduran de generación a generación. En este país indochino, las secuelas hereditarias perjudican incluso a la cuarta generación. La mayoría de las víctimas disponen de escasos recursos económicos y se encuentran mal de salud.

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Las actividades en apoyo a las personas damnificadas por la dioxina se organizan en todo el país 

Víctimas de la dioxina no se rinden ante el destino

Los obstáculos y las dificultades no pueden impedir los esfuerzos de las personas contaminadas por este mal para mejorar sus condiciones de vida. Aparte de esto, la atención y la ayuda del Partido, del Estado y de toda la sociedad les ha estimulado considerablemente. Muchas familias han pedido préstamos para impulsar su desarrollo económico.  Nguyen Thi Y, cuyos cuatro hijos sufren de atrofia muscular y de deformidades a causa del defoliante, compartió: “El Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Seguridad Social, así como los órganos competentes y algunas personas bondadosas regalaron a mis hijos un ordenador, ayudándoles a inventar una moto de tres ruedas al servicio de los discapacitados. Este proyecto se desarrolla con éxito. Estoy orgullosa de que mis hijos contribuyan significativamente a la mejora de la situación de los compatriotas en la misma situación y den aportes al aumento de los ingresos de la familia. La fábrica pequeña de mi familia ha restaurado más de 200 motos para distribuirlas entre a las provincias y ciudades de todo el país”.

La sociedad extiende la ayuda a las víctimas

En los últimos años, la Asociación de Víctimas del Agente Naranja de Vietnam y sus filiales han movilizado sin cesar los recursos sociales destinados a las personas contaminadas por la dioxina que abarcan desde la renovación de viviendas, ofertas de becas, tratamiento y consultas médicas hasta la entrega de obsequios en ocasión de las fiestas tradicionales. Durante la última década, recaudaron casi un billón de dongs (más de 45 millones de dólares) para mejorar la situación económica de 60 mil víctimas. Construyeron 26 centros de internos en las localidades y están desplegando en la comuna de Yen Binh (del distrito de Thach That, Hanoi) una obra destinada a los ancianos sin familia y a los descendientes de las personas expuestas al agente naranja. El presidente de esa organización, coronel general guyen Van Rinh, dio a conocer: “Es mejor invertir fondos para que las víctimas desarrollen sus propios negocios. Les ofrecemos un préstamo de 450 dólares sin tasas de interés para cada familia en un período de 5 a 7 años. Cuando su situación es estable, esta cantidad se destina a otros hogares. Mediante los medios de comunicación, pedimos el apoyo de los compatriotas generosos”.

La ciudad central de Da Nang es apreciada altamente por las actividades prácticas y eficientes en ayuda a las víctimas de la dioxina. Con cerca de 4 millones de dólares, ha ayudado a más de 5.000 ciudadanos damnificados, entre ellos 1.400 niños.

De acuerdo con expertos del Centro Tropical Vietnam-Rusia, las consecuencias del agente naranja en el ser humano y en el entorno podrían perdurar durante 100 años. El número de los vietnamitas afectados crecería a más de 4,8 millones. Por consiguiente, la reducción de las secuelas de esta barbarie bélica es la responsabilidad de toda la sociedad.

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