(VOVworld) - La crisis política en Siria tiene marcha en otra dirección después de que el gobierno del presidente Bashar al-Assad fuera excluido de la Liga Árabe y la fuerza insurgente se convirtiera en representante del país. El apoyo y la entrega de poder a la oposición siria es un paso erróneo que hunde a Siria aún más en la violencia y la división nacional.
La reunión de los ministros de relaciones exteriores de la Liga Árabe
Al cierre de la cumbre anual de la Liga Árabe en Doha, Qatar, el 26 de marzo, dirigentes de los países integrantes reconocieron al Consejo Nacional Sirio (CNS), como como miembro del bloque hasta que se realicen las elecciones para facilitar la instauración de un nuevo gobierno. Además, la resolución 15 ratificada por la Liga Árabe define que cada miembro tiene derecho de aportar todos los medios incluidos los militares, para sostener a la resistencia opositora y su denominado Ejército Sirio Libre (ESL). Además la Liga Árabe urgió a las organizaciones regionales y mundiales a reconocer a dicho Consejo como representante único de Siria. Este es un viraje peligroso que incita a la fuerza militar para poner fin al conflicto, en lugar de las soluciones pacíficas.
Esta decisión ha recibido categórico rechazo en la comunidad internacional. Rusia calificó la entrega del sitio de Siria en la Liga a la entidad opositora de “injustificada e ilegítima”. El mismo día, Damasco acusó a la Liga Árabe de legalizar el terrorismo. Además, en las encuestas realizadas por la empresa YouGov, la mayoría de los ciudadanos británicos y estadounidenses rechazan el suministro de armas a los insurgentes sirios y el posible despliegue de tropas en ese país del Oriente Medio. Entre más de mil personas encuestadas, el 45% rechaza el abastecimiento de armas a la oposición siria mientras sólo el 16% lo apoya. El 57% de los 3600 británicos consultados se manifestó en contra de la resolución de la Liga Árabe frente al 16% en favor. Esta es una advertencia para el primer ministro del Reino Unido, David Cameron después de exhortar junto con el presidente de Francia, François Hollande a la Unión Europea a levantar el embargo de armas impuesto a Siria para propiciar el abastecimiento de armamentos al grupo opositor.
El primer ministro interino de Siria, Ghassan Hitto
Es claro que con la decisión de la Liga Arabe y las intenciones del Occidente, a la opinión pública preocupa que el “guión” libio se repita en Siria. La retirada del presidente Bashar al-Assad es inminente pero el traspaso de poder sigue siendo una incógnita. En realidad, no se puede adivinar qué pasaría si el actual gobierno de Damasco es derrocado porque con anterioridad, las facciones de la oposición siria expusieron sus flaquezas. Concretamente, el Consejo opositor eligió el 23 de marzo a Ghassan Hitto como primer ministro interino para tomar el control de las zonas ocupadas. Sin embargo, esto provoca insatisfacción entre fuerzas insurgentes, ya que Ghassan Hitto es ciudadano estadounidense nacido en Siria y recibe apoyo extranjero. En los comicios efectuados en Estambul, Turquía, varios dirigentes de la oposición los consideraron una conspiración del Occidente para crear una administración títere. Además, el hecho de que ese premier interino pueda utilizar el Ejército Sirio Libre para consolidar su poder, provoca rechazo en sectores opositores, que califican de “injusto” que Ghassan Hitto permanezca en Turquía, mientras se combate dentro de Siria. Con el transcurso del tiempo, el papel del Consejo Nacional se deteriora. La única manera de conservar algún prestigio depende de su capacidad para recaudar fondos y garantizar el abastecimiento de armas. Sin embargo, esto genera más discrepancias entre las facciones opositoras, debido a que varias de ellas no reciben ningún armamento.
La opinión pública preocupa la repetición del “guión” libio en Siria.
Mientras tanto, la situación siria sigue estancada. El presidente Bashar Al-Assad, en misiva enviada el 27 de marzo,a la conferencia de dirigentes del Grupo BRICS, compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los instó a cooperar para poner fin a la violencia en Siria y alcanzar soluciones pacíficas. Con antelación, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon instó a dichos Estados a tomar acciones urgentes para eliminar el riesgo de la completa destrucción de Siria cuando la guerra civil allí entra ya en su tercer año con más de 70 mil víctimas mortales y 3 millones de habitantes evacuados sin contar las grandes pérdidas materiales infligidas a la infraestructura. Qué pena que se emplean armas en lugar de las pacíficas negociaciones políticas. Sin embargo, en el actual contexto, no se vislumbra ningún rayo de esperanza.