Unión Europea, consecuencias derivadas de su decisión de acoger a inmigrantes

(VOVworld) – La política que entró en vigor hace un año, en septiembre de 2015 y que permitió que Alemania y otros países europeos abrieran sus fronteras para recibir a los refugiados, ha causado un gran impacto en la situación de numerosas naciones. Además, Europa también se enfrenta a muchas dificultades en el reasentamiento de los refugiados que ya estuvieron presentes en Italia y Grecia, como puntos de partida para llegar a otros países del continente.

En términos generales, la Unión Europea se ha esforzado por encontrar una voz común para resolver la crisis migratoria. La mejor solución al respecto es buscar la unidad de acción. Sin embargo, hasta ahora, el grupo aún no ha podido lograrla. Entre tanto, la inmigración sigue siendo un “espinoso” tema para los países del viejo continente, especialmente para Alemania. En una declaración el 4 de septiembre, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, manifestó el temor de que su continente se esté acercando al límite de su posibilidad de recibir a una nueva cantidad de refugiados.

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Migrantes árabes en un campo para refugiados en Laydikia, Grecia
(Foto: AFP/VNA)

Obstaculiza camino político

A finales de agosto de 2015, la crisis comenzó a sentirse a partir de que una corriente de refugiados sirios invadieron la estación central de Budapest, capital húngara, pidiendo acceder a los trenes en dirección a Alemania y Austria. Durante días, las fuerzas de seguridad húngaras habían impedido al paso de los migrantes, pero luego, aceptaron rendirse ante la presión de la gran afluencia de gente. En esta circunstancia, la canciller alemana Angela Merkel declaró que estaba lista para dar la bienvenida a estas personas, activando oficialmente la sucesión de oleadas de migrantes de diferentes países nodafricanos y de Oriente Medio que se extienden por todo el viejo continente.

Hasta finales de 2015, el número de refugiados llegados a Alemania alcanzó los un millón 100 mil, superior a las 800 mil personas que se tenían previstas anteriormente. En los primeros seis meses del presente año, Alemania aceptó la solicitud de asilo de más de 200 mil inmigrantes.

Según el ministro del Interior, Thomas de Maiziere, el ritmo de recién llegados disminuyó a principios de 2016, debido principalmente a que la ruta que pasa por los Balcanes, ha sido bloqueada y se ha logrado el acuerdo sobre la migración entre la Unión Europea y Turquía. Aparte de eso, Thomas de Maiziere, expresó su pesimismo ante la posibilidad de mantener el referido acuerdo en los próximos meses.

La crisis migratoria parecía agravarse cuando Alemania detectó que inmigrantes eran culpables de últimos atentados terroristas y situaciones caóticas su territorio. Estos incidentes hicieron reducir el prestigio de la canciller alemana, Angela Merkel cuando su Partido, la Unión Demócrata Cristiana solo ocupa el tercer lugar en las elecciones parlamentarias del Estado Mecklenburg-Vorpommern, un lugar considerado como su “patio de casa”. Mientras, el Partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) que persigue la política contra los refugiados, encabezó por primera vez los comicios a nivel regional con el 21,9 de los votos escrutados. La jefa de Gobierno enfrenta muchas dificultades para mantener su política migratoria, cuando su popularidad bajo al 34 por ciento. De hecho, la política de bienvenida aplicada por el gobierno de Merkel no solo tiene impactos adversos a la sociedad alemana, sino que también redujo sus ventajas en las próximas elecciones parlamentarias de Alemania en 2017.

Infructuosos esfuerzos para reasentamiento

Hace casi un año, la Unión Europea aprobó un ambicioso plan de reasentamiento para los 160 mil refugiados en Italia y Grecia dentro de un plazo de dos años. No obstante, solo el 3% fue acogido por los países receptores. El pasado 5 de septiembre, la Unión Europea exigió a los gobiernos de sus países miembros a hacer más esfuerzos para materializar el plan de reasentamiento aprobado. En realidad, Austria, Hungría y Polonia son países que no reciben ningún refugiado. Mientras, los compromisos anunciados por las naciones integrantes destinados a Grecia en el control de la frontera y en la solución del procedimiento de solicitud de asilo para los refugiados aún se realizan de forma insuficiente.

En un artículo publicado en la página web euobserver.com, el experto Nokolaj Nielsen estimó que los esfuerzos de la Unión Europea frente al tema todavía no han logrado los resultados deseados. La acogida de refugiados es descrita como un tema sensible cuando Hungría convocó para el próximo 2 de octubre un referéndum sobre el plan de reasentamiento de inmigrantes promovido por la Unión Europea. Mientras, en Australia, dos aspirantes de ultraderecha a la presidencia que persiguen las políticas contra la inmigración siguen encabezando las encuestas realizadas ante el umbral de la segunda ronda de los comicios presidenciales previstos para el próximo 2 de octubre.

Un año después de la apertura de la puerta fronteriza para acoger refugiados, Europa parece encontrarse en medio de un huracán de problemas surgidos. Ya se han aplicado numerosas medidas y políticas destinadas a mejorar la situación, pero todavía ninguna demuestra su eficacia. Los países europeos siguen enfrentándose con múltiples dificultades tanto en el ámbito político como socioeconómico, pronosticadas a mantenerse a largo plazo.

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