Unión Europea y derivación de la carga de la deuda pública

(VOVworld) - La oleada de manifestaciones en España y Portugal en protesta contra el aumento de impuestos y los recortes aplicados por sendos gobiernos bajo las condiciones de los paquetes de rescate financiero de la Unión Europea, se extiende cada vez más y tiende a derivar en revuelta. Tras Grecia, Irlanda e Italia, ahora España y Portugal, dos economías importantes en la zona euro cayeron en la doble recesión, lo cual agrava la crisis de la deuda pública en Europa Occidental.  ¿Cuáles pueden ser las medidas capaces de sacar  a la Unión Europea de esta sombría situación? Los dirigentes europeos no encuentran respuesta para esta incógnita, puesto que en realidad, el alivio de la carga del endeudamiento público y el aumento del presupuesto gracias al alza de tributos y los recortes, medidas en práctica en la eurozona para el rescate financiero, no han mostrado ningún efecto. 

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Manifestantes españoles avanzan hacia Madrid, la capital,
en protesta contra los recortes 

En los últimos 3 días, cientos de miles de personas se han congregado en Madrid desde todas las localidades españolas, para protestar contra las medidas de austeridad adoptadas por el gobierno de Mariano Rajoy. Estas multitudinarias manifestaciones fueron convocadas por la Alianza “Cumbre Social”, compuesta por centenares de organizaciones sociales. Los participantes, en su mayoría funcionarios estatales, levantan pancartas y consignas contra las medidas que para ellos  solo sirven a los intereses de los mercados financieros internacionales, como la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. La  masiva concentración es producto de la indignación de la población española ante los nuevos recortes anunciados por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, por valor de 125 mil millones de dólares para 3 años. A cambio, Madrid recibirá los primeros 36 mil millones de dólares del paquete de 122 mil millones de dólares del Fondo Monetario Internacional e instituciones financieras europeas, para rescatar al sistema bancario de este país de la crisis que precipitó la burbuja inmobiliaria y del desempleo que ya se ascendió al 25%.  

En Portugal, las manifestaciones se extienden desde la capital Lisboa a otras ciudades, con la participación de cientos de miles de personas, con enfrentamientos entre manifestantes y policías afuera de la sede del Parlamento. La Oficina del Fondo Monetario Internacional fue blanco de ataques de los indignados. La causa de esta inconformidad social también proviene de las medidas de austeridad que aplica el gobierno luso para recibir un crédito de 110 mil millones de dólares. A consecuencia de estas disposiciones, los trabajadores deberán pagar más por los servicios públicos. La opinión pública nacional de Portugal critica que los recortes azotan principalmente a los estratos sociales bajos, y nunca a la clase pudiente.

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Concentración masiva en Lisboa, Portugal

Las protestas de mayor concentración muestran que la ola de indignación e inestabilidad por la carga de la deuda pública y el aumento de impuestos acompañado por los recortes de prestaciones se expande en numerosas naciones de la eurozona. La política de austeridad no consiguen los efectos deseados. Las economías más débiles de la región se enfrentan a muchas dificultades, desde un lento ritmo de crecimiento y reducida competividad en el mercado mundial hasta las erogaciones de cuentas corrientes, el alto índice de paro, e incluso el riesgo de bancarrota y exclusión de la Unión de los 27.

Con el nacimiento del euro se pusieron muchas expectativas en esta moneda común, en la creencia de que traería mucho beneficio a las naciones participantes con una integración cada vez más amplia y profunda. Sin embargo, las diversas formas de manejo de las economías de sus miembros ha conducido a una incoherencia en la zona. Muchos países se vieron obligados a posponer el crecimiento económico ante  una alta inflación y el déficit comercial, causa de enorme desequilibrio.

¿Cómo superar esta sombrío período? Dirigentes y expertos en economía de Europa aún están tratando de descifrar esta enigma. Últimamente, aunque las autoridades de la eurozona han logrado una voz común en cuanto al plan conjunto destinado a impulsar el crecimiento, o fundar un mecanismo supervisor de bancos, observadores estimaron que la zona necesita de cambios más sustanciales. Mantener la política monetaria abierta y paquetes de flexibilidad cuantitativa como lo están haciendo los Estados Unidos parece ser un camino apropiado. Esta medida se basa en una disminución de la tasa de interés y el aumento de efectivos en circulación en el mercado para la compra directa de deudas de los países miembros de la eurozona. Para esto, la Unión Europea debe comenzar ya a allanar la diferencia en la calificación crediticia entre las economías y emitir eurobonos, en aras de reducir costos para las economías insuficientes. No obstante, esta propuesta sigue recibiendo el rechazo de Alemania. La Unión Europea no ha logrado un acuerdo político de sus países miembros mientras cada uno pone por delante sus propios intereses y chocan entre sí.

Se puede ver que la crisis de la deuda pública de la zona euro tiene un largo camino que recorrer. Lo más importante ahora radica en la confianza que la Unión Europea debe mantener y consolidar, en su moneda común. Por otro lado, deben aplicar las medidas de austeridad, con igualdad y flexibilidad, para ganar mayor consenso popular. Según analistas, solo solventando cada problema, se podrá rompir el estancamiento actual y evadir negativos efectos para la economía mundial. Pero aún existen  muchos obstáculos, puesto que se pronostica un decrecimiento del bloque de los 17 países de la eurozona en los últimos meses del presente año, frente el lastre de las deudas públicas, tan desfavorables para su recuperación económica.   

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