Energía vital de un invidente maestro de artes marciales

(VOVworld) –De los 30 años que lleva practicando el Pencak Silat, un arte marcial originario de Indonesia, Nguyen Kim Hoang ha dedicado 20 a la enseñanza. Hace un lustro perdió la visión por una enfermedad, pero con una valentía y vitalidad extraordinaria se convirtió en un ejemplo vivo para los jóvenes por sus esfuerzos en superar las dificultades y seguir adelante.

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Nguyen Kim Hoang cuenta con 20 años en la enseñanza del Pencak Silat


Nacido en 1978, Nguyen Kim Hoang quiso aprender artes marciales desde la infancia. Cuando el Pencak Silat, se introdujo en Vietnam en 1992, ingresó en el primer nivel y dos años más tarde fue seleccionado para el equipo nacional. Años después, Kim Hoang abrió su propia escuela de artes marciales y en esta ocasión conoció a quien luego sería su esposa, una deportista profesional. Se casaron en 2005 y tienen una hija. Desafortunadamente, en 2010 Hoang perdió la vista a raíz de una insuficiencia renal severa. Desde entonces, la vida de su familia enfrentó muchas dificultades. Al respecto, recordó: “Cuando perdí la visión, apenas podía moverme y llevar una vida normal. Tuve que confiar en la ayuda de los demás. Por ejemplo, con el autobús, yo no sabía qué número debía coger o dónde desmontarme. Cuando se es ciego, se enfrentan muchos inconvenientes.”

A pesar de su enfermedad, Nguyen Kim Hoang nunca se rinde. Tres veces a la semana tiene que ir al hospital para la diálisis, el resto del tiempo enseña el Pencak Silat y también imparte clases de artes marciales tradicionales vietnamitas en la Escuela Superior de Idiomas Extranjeros, de la Universidad Nacional de Hanoi. Los fines de semana continúa enseñando de forma gratuita artes marciales a los estudiantes en el Colegio de Truong Dinh y el Jardín Botánico de Hanoi. Al principio, su clase tenía sólo 7 estudiantes. Hoy día, cada curso cuenta con entre 20 y 50 practicantes.

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Tres veces a la semana Kim Hoang tiene que ir al hospital de Dong Da para la diálisis


Pese al dolor físico que sufrió durante los últimos 5 años, Kim Hoang no planea detener su pasión por las artes marciales. Sobre ello, comentó: “Muchos jóvenes vienen a mis cursos. Algunos de ellos se sorprenden al ver cómo un profesor ciego puede enseñar artes marciales. Sigo impartiendo estas clases porque quiero ayudarles para que practiquen y mejoren su salud.”

Los estudiantes del maestro Hoang son de diferentes edades y profesiones. Algunos de sus antiguos estudiantes se están incorporando a los cursos con el fin de apoyarle en la enseñanza. Otros se han convertido en deportistas profesionales e integran el equipo de artes marciales de Hanoi. Nguyen Thi Thanh, una de sus antiguos alumnos, compartió lo siguiente: “Es el optimismo del maestro Hoang, lo que nos mantiene en sus clases. No solo nos enseña las artes marciales, sino que también comparte muchas experiencias de la vida. Por lo tanto, los estudiantes quieren acompañarle”.

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El profesor ciego recibe el Premio Nacional de Voluntariado Nacional 2015


Por su dedicación y contribución al movimiento voluntario, este maestro recibió el Premio de Voluntariado Nacional 2015, otorgado por la Unión de Jóvenes Comunistas Ho Chi Minh y otro galardón adjudicado por el Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas. Nguyen Kim Hoang dijo que su mayor sueño ahora es mantener una buena salud para seguir progresando en su enseñanza. La imagen de “un maestro invidente practicando artes marciales” ha tocado el corazón de los jóvenes, inspirándoles esperanza, vitalidad y pasión por esas disciplinas.

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