(VOVWORLD) - En 2010, la monja Nguyen Thi Kim Chi fundó la casa Thien An con el objetivo de brindar un techo bajo el que cobijarse a los huérfanos y mujeres sin hogar. Ubicada en la comuna de Chu A, en la ciudad de Pleiku de la provincia altiplánica de Gia Lai, la casa sirve de refugio a unos 180 niños en situaciones de dificultad.
La monja Nguyen Thi Kim Chi atiende a niños en la casa Thien An (Foto: dantri.com.vn) |
Nacida en el seno de una familia menesterosa en Buon Ma Thuot, en la provincia altiplánica de Dak Lak, Kim Chi fue acogida a los 13 años en el orfanato de su comuna. Allí pasó toda su adolescencia antes de ser admitida en la Universidad Tay Nguyen. Más tarde, se unió a una congregación católica.
Agrónoma de formación, Kim Chi ha organizado numerosos talleres para las minorías étnicas locales sobre el cultivo y la cría de animales en la capilla Paul Thien An. En estos talleres, conoció a multitud de huérfanos para los que ir a la escuela era un sueño inalcanzable. Generosa, decidió darles abrigo, comida, una buena educación y un futuro.
Con el apoyo financiero de las autoridades locales y los benefactores, la casa Thien An abrió sus puertas en 2010. Su fundadora contó: “He conocido a muchos huérfanos y niños abandonados por sus padres. Estos últimos también vivieron con sus abuelos, en situaciones de gran dificultad. Los más pequeños no podían ir a la escuela y tenían que trabajar desde muy pequeños. Yo quise hacer algo para cambiar su futuro y así fue como decidí fundar la casa Thien An”.
Niños de la casa Thien An (Foto: dantri.com.vn) |
Thien An, en la actualidad, es una gran familia integrada por 180 niños desfavorecidos, muchos de los cuales provienen de los grupos minoritarios étnicos que habitan en las tierras altas centrales. Además de los más pequeños, Thien An da la bienvenida a unas 40 personas discapacitadas y a mujeres vulnerables que ayudan a la monja Kim Chi a cuidar de los niños y a realizar a diario las tareas del hogar. Dinh Van Duong, uno de los niños que allí residen, compartió: “Estoy aquí desde que era pequeño. Las hermanas me cuidan muy bien. Aquí, no tengo preocupaciones”.
Con el apoyo de muchos voluntarios, Kim Chi ofrece varios talleres de capacitación profesional en gremios como la electricidad, mecánica, panadería y pastelería. El objetivo final es dar trabajo a los niños en el futuro. Muchos se independizaron y regresaron a Thien An para, a su vez, ayudar a otros jóvenes que se encuentran en la misma situación que ellos mismos vivieron. “Me alegra ver que la casa Thien An crece día a día. Estoy contenta de participar en la formación profesional de la provincia de Gia Lai. Me gustaría poder dar la bienvenida a todos los niños en dificultad de Thien An”, dijo.
Encontrar la felicidad ayudando a los demás es la razón de ser de la monja Kim Chi. La casa Thien An es una clara manifestación de la filantropía y el altruismo que las organizaciones religiosas fomentan y que la sociedad necesita con urgencia.