(VOVWORLD) - Graduada de la facultad de Trabajo Social en una universidad en Malasia, Sity Hara, una joven de la etnia minoritaria Cham practicante de la religión del Islam, decidió volver a su tierra natal en la provincia sureña de An Giang para dedicarse a la labor social, procurando mejorar las condiciones de vida de sus connacionales. En cumplimiento de su deber como miembro del Frente de la Patria y del Comité de Representantes de la Comunidad Musulmana en la provincia de An Giang, la joven Hara, de 39 años de edad, ha recaudado fondos por decenas de miles de millones de dongs (millones de dólares) a fin de financiar la construcción de viviendas dignas para personas vulnerables y conceder becas a estudiantes desfavorecidos.
- “Me encanta el inglés porque quiero comunicarme con los extranjeros”.
- “Llevo tres meses en las clases que imparte la profesora Hara. Es una maestra muy cariñosa, la cual me ha brindado muchos conocimientos útiles”.
Así expresaron dos niños entre decenas de estudiantes de la etnia minoritaria Cham, quienes asisten a las clases de inglés impartidas de manera gratuita por Sity Sara en la comuna de Khanh Hoa, de la provincia sureña de An Giang. Iniciadas hace seis meses, estas clases forman parte de su proyecto personal de mejorar el nivel de inglés de los alumnos locales. Como miembro activo del Comité de Representantes de la Comunidad Musulmana de An Giang ha convocado a la participación y apoyo de las empresas e individuos para financiar la educación de niños necesitados.
Sity Hara enseña inglés gratis a estudiantes de la etnia Cham. (Foto de cortesía de Sity Hara) |
Ante la falta de motivaciones de las féminas del grupo étnico Cham por participar en las actividades económicas y sociales para alcanzar un desarrollo íntegro y sostenible de la comunidad, en 2019 Sity Hara decidió fundar el club "Las mujeres Cham se solidarizan para salir de la pobreza". Tras su creación, el proyecto atrajo la participación de cerca de mil miembros de sólo cinco comunas. El propósito principal de esta iniciativa es mejorar los ingresos de las mujeres Cham e incluirlas en actividades sociales.
Al respecto, Sity Hara compartió: “Los actos benéficos y humanitarios deben provenir de la intuición personal. Para alcanzar su máxima efectividad es necesario comprender las dificultades de los necesitados. Mientras que los ricos pueden construirse una casa fácilmente, para los pobres es un sueño inalcanzable. Esa razón es la que me motiva a ayudar a los más vulnerables"
Para ayudar a las mujeres con mayores precariedades y a sus familias, Sity Hara creó un fondo para financiar la construcción de viviendas. El proyecto consiste en entregar casas de solidaridad para que los más empobrecidos puedan disfrutar de un hogar decente. A Sé, residente en la aldea de Phum Xoai, perteneciente a la comuna de Chau Phong, es una de los beneficiarios. Por sus contribuciones, los aldeanos la denominan cariñosamente como Mari Giah (un nombre musulmán).
"La casa de caridad que Mari Giah nos dio está muy bien equipada. Venimos de una familia muy pobre. Vivíamos en una vivienda muy dañada. Desde entonces, no nos atrevíamos a soñar con tener una morada tan bonita como ésta. Le debemos mucho a Sity Hara y al Comité de Representantes de la Comunidad Musulmana de An Giang", afirmó A Sé.
Sity Hara ha creado un fondo para financiar la construcción de viviendas de solidaridad. (Foto: baoangiang.com.vn) |
En 2021, Sity Hara consiguió recaudar unos 7.300 millones de dongs de colectivos y particulares vietnamitas y extranjeros. Este año ha construido ocho casas, cada una con un valor de 80 millones de dongs (alrededor de 3.200 dólares) para familias pobres y personas en condiciones de vulnerabilidad. En ese sentido, Hj JacKy, responsable del Comité de Representantes de la Comunidad Musulmana de An Giang expresó: "Sity Sara es entusiasta y se dedica al trabajo social. Hace todo lo posible por ayudar a la comunidad local a salir de la pobreza. En los próximos meses, Sity Hara y el Comité de Representantes de la Comunidad Musulmana seguirán movilizando recursos para construir casas de caridad que proporcionen a las personas en situación precaria un buen alojamiento y una vida mejor”.
Las acciones de Sity Hara no sólo ayudan a los pobres y necesitados, sino que también despiertan la humanidad, encienden el fuego de la caridad en cada persona, contribuyen activamente a la aplicación de las políticas de seguridad social y ponen en práctica los objetivos locales de reducción de la pobreza.