Los fundadores de los gremios artesanales son aquellos que introdujeron en su localidad un oficio. En general, son personas reales, cuya existencia está atestiguada por los anales de la historia. Pero en algunos casos, son personajes  legendarios.

Casa comunal de Chuon Ngo en Phu Xuyen, un suburbio de Hanói, donde se venera a Truong Cong Thanh, fundador de las incrustaciones de nácar, la especialidad artesanal del pueblo (Foto: vnexpress.vn)

Vietnam cuenta con 5.400 aldeas artesanales, de las cuales aproximadamente 2.000 tienen oficios tradicionales propios. En casi todos estos poblados, hay un templo o una casa comunal donde el fundador del gremio profesional es venerado. Muchos de estos creadores son considerados como “genios tutelares”, o sea deidades que administran las aldeas y protegen a sus habitantes. De todos modos, son objeto de culto firmemente arraigado en la vida de los vietnamitas, como explicó Nguyen Vi Khai, vicepresidente del Consejo Asesor de la Asociación de Aldeas Artesanales de Vietnam. “El homenaje de los fundadores de las aldeas artesanales es parte de las tradiciones de nuestro pueblo. Sobre este credo se fundamentan los valores culturales materiales e inmateriales del país. Sin embargo, también encontramos hábitos bastante similares en varios países, especialmente en Asia, como Japón, China y Corea del Sur. En Vietnam, este culto está estrechamente relacionado con las festividades y los intercambios entre los gremios artesanales, en aras de una armoniosa coexistencia y un desarrollo común”.

Cada gremio profesional tiene un fundador, pero en ocasiones puede ser más de uno. También sucede que para una misma especialidad, varios son adorados, e incluso una sola persona es el creador de diferentes corporaciones artesanales, ya que a pesar de sus miles de aldeas de oficios tradicionales en el territorio nacional, solo hay 130 promotores. El más prestigioso de todos es el primero de los reyes Hùng, que además fue también  el fundador de la nación vietnamita. El investigador Nguyen Duc To Luu, dejó saber: “El rey Hung y su esposa, la reina Tay Thien Lang Thi Tieu son considerados los promotores de muchos oficios tradicionales en Vietnam. Introdujeron muchas herramientas y enseñaron a los habitantes las técnicas de arquitectura, el cultivo y la ganadería, entre otras. En Hanói hay una casa comunal dedicada a ellos, que es la de Kim Ngan”.  

La casa comuna de Kim Ngan, en el barrio antiguo de Hanói

Cada año, el fundador de un gremio o un poblado artesanal tiene “su” fiesta, que se celebra en el aniversario de su nacimiento o muerte, o en la festividad aldeana. Realmente es un verdadero día de celebración, con procesiones, ceremonias de adoración, actividades de recreación y juegos populares. Los aldeanos les presentan sus ofrendas y rezan por la sostenibilidad de la profesión y la prosperidad de la aldea. Tal como observa Vu Ngoc Khoi, otro estudioso, este culto popular es bastante similar a la ancestral práctica que se realiza en Vietnam en homenaje de los antepasados. “El homenaje de los fundadores de los gremios artesanales está estrechamente relacionado con la piedad filial. Esta es otra forma de expresar gratitud a los que abrieron camino, puesto que sin ellos nada hubiera sido posible después”.

Los vietnamitas tienen un proverbio: “Cuando se toma el agua, se recuerda el manantial”. Esto es especialmente cierto para los artesanos que siguen apegados a su pueblo natal, incluso si tienen que salir y ejercer su talento en otros lugares. El culto al fundador es para ellos una forma de unirse a un linaje y defender un legado.