Según la creencia popular de Vietnam, el 23 de diciembre lunar se despide al ong Táo (Dios de la cocina), que viaja al cielo para informar sobre los trabajos y la conducta de cada familia en el año que termina. Este día, las amas de casa compran ofrendas para rendirle culto y entre los productos indispensables destacan las 3 carpas amarillas. De acuerdo con la antigua concepción, estos peces lo llevarán al cielo para comparecer ante el Rey. Últimamente, algunas zonas rurales desarrollaron la cría de carpas para suministrar a la ceremonia del Dios de la cocina y la aldea Thuy Tram, en la comuna de Tuy Loc, es uno de esos lugares. Hasta la fecha, numerosos aldeanos aún no pueden creer que gracias a estos peces sus vidas mejoraron.
La comarca de Tuy Loc se ubica en una zona lejana e intrincada de la provincia semimontañosa septentrional de Phú Tho. La circulación era difícil, por ello, al principio, nadie pensaba en realizar otros oficios fuera de la siembra de hortalizas, mucho menos la cría de carpas. Sin embargo, en los últimos 30 años, los habitantes de Tuy Loc vendieron estos peces a distintas localidades para despedir al ong Táo. Los autóctonos contaron que anteriormente el comerciante de alevines Tran Van Sáu compró 4 carpas rojas muy bonitas para criarlas. Al ver los peces raros, muchos aldeanos llegaron a su casa y se mostraron muy interesados. Sin embargo, algunas personas supersticiosas lanzaron rumores de que Sáu había traído peces “fantásticos” y le sugirieron echarlos al río. El tiempo transcurrió y llegó el día de despedir al ong Táo. Al ver las carpas tan bonitas, algunos habitantes quisieron comprarlas para ofrendarlas al Díos de la cocina. Sáu se les regaló, pero cuando mucha gente le pidió, el cultivador empezó a vender sus productos. Posteriormente, el movimiento de cría se expandió a toda la comuna de Tuy Loc. Ahora, al recordar aquellos tiempos, Sáu bromea: “La carpa fantástica se ha convertido en oro”. El señor Quan, cuadro de la comuna, informó que Thuy Tram tiene 564 familias, 500 de las cuales crían carpas rojas. Hay personas que excavaron 5 o 10 estanques para criar alevines. “En cuanto a la eficiencia económica, la cría de carpas es 3 veces mayor que la siembra de arroz. Algunos agricultores las llevaron a otras localidades y lograron grandes ganancias. Por ejemplo, en este Tet cada familia obtiene al menos de 3 a 5 millones de dongs”.
La cría de carpas rojas trae beneficios a los aldeanos de Thuy Tram
A diferencia de otros peces, las carpas rojas de la villa Thuy Tram tienen el cuerpo y la cola largos y son fuertes y fáciles de atender. Lo raro consiste en que los cultivadores no quieren que crezcanrápidamente. Cada familia del poblado tiene varias charcas de 7 u 8 metros cuadrados cada una. Normalmente en cada metro cuadrado de superficie de agua se pueden criar de 500 a 700 alevines, así en cada estanque puede acoger decenas de miles de peces. El señor Duc, cultivador de carpas explicó: “Hace falta mantener una densidad adecuada para que los peces no crezcan, ya que estos son para rendir culto, cuyo cuerpo es pequeño como un dedo.”
Las carpas pequeñas cuestan más que las grandes
Según Quan, cuadro de la comuna de Tuy Loc, en la villa hay algunas familias destacadas que lograron unos 150 kilogramos de carpas rojas por laguna. El precio es de 150 mil dongs por kilogramo. Así, después de 6 meses, cada estanque de 10 metros cuadrados genera ingresos superiores a los 20 millones de dongs. La cría existe en este lugar desde hace tiempo, pero el pueblo siempre tiene la conciencia de desarrollarla. Los agricultores los atienden durante todo el año y los venden solo un día. Gracias a estos productos acuáticos, la vida de los residentes de esta tierra pobre ha mejorado. “Vemos que las familias que cultivan carpas tienen ingresos estables, por ello en los últimos años mantenemos frecuente este oficio.”
Anualmente, a partir del 15 y 16 de diciembre lunar, reina en la comarca de Tuy Loc un ambiente animado, como de fiesta. En las aldeas Thuy Tram, Tang Xa, Quyet Tien y Du Ba se escuchan los ruidos de vehículos y motores. Los agricultores trabajan día y noche para que las carpas rojas lleguen a distintas localidades del país. En cada fiesta en honor del Dios de la cocina, la villa Thuy Tram suministra unas 40 toneladas de carpas rojas. Realmente este oficio trajo grandes beneficios a los pobladores de Tuy Loc. Nadie pensaba que los llamados “peces fantásticos” ayudaran a la población local a erradicar el hambre y disminuir la pobreza. Este año, aunque hace frío, gracias a sus experiencias en la cría, Thuy Tram puede satisfacer la demanda del mercado. Tras despedir al Dios de la cocina, se echarán estas carpas al río junto con el deseo de feliz año nuevo. Este es el momento en que los aldeanos de Thuy Tran concluyen una cosecha y reciben un Tet alegre y confortable./.