Johnny A. RAMÍREZ LÓPEZ

Las grandes reflexiones que dejan estos justos levantamientos sociales en el Perú, es que necesitamos politicos que primero se rajen el alma en el campo , se la suden como decimos en el argot popular antes de atreverse a promulgar leyes agrarias desorbitadas que realmente no benefician a las fuerzas laborales destinadas a producir la riqueza agrícola . Ser campesino... Más

Las grandes reflexiones que dejan estos justos levantamientos sociales en el Perú, es que necesitamos politicos que primero se rajen el alma en el campo , se la suden como decimos en el argot popular antes de atreverse a promulgar leyes agrarias desorbitadas que realmente no benefician a las fuerzas laborales destinadas a producir la riqueza agrícola . Ser campesino en ninguna parte del mundo debe ser sinónimo de pobreza ni de atraso ni ignorancia , como se estila a veces en el pensamiento centralista , de urbe o de élite , ni que vivieramos en épocas de los enterrados Mistis o grandes terratenientes, amos del todo mientrás los subordinados amos de la nada que solo ganan su subsistencia gracias a su sudor y fuerza de trabajo. Creo que en adelante las leyes agrarias y las laborales en contexto rural , deben ser promulgadas en Congresos públicos por hombres y mujeres del campo y no por gente que solo conoce el campo por fotografías . Como dice aquel refrán : " zapatero a tus zapatos " . Porque nunca han sufrido ni han sentido como se vive con sacrificios , carencias y postergaciones. Ese debería ser uno de los crisoles de la verdadera Democracia activa y participativa que anhelamos,
Grandes pensadores peruanos de diversas vertientes políticas ya han tratado esta problemática del agro y la tierra como el Amauta José Carlos Mariátegui en sus "7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana " , Víctor Raúl Haya de La Torre hasta la filosofía humanista del propio Víctor Andrés Belaunde en su obra " Realidad Nacional " trata la situación del postergado campo . En conclusión que las necesidades de desarrollo rural jamás permitan ningún síntoma de explotación ni atropello al derecho laboral de tan valiosos seres humanos que con su sacrificio y postergación , nos alimentan, y si hoy están clamando es porque aun tienen fe que existan la justicia y la dignidad,
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