El viceministro de Relaciones Exteriores de Vietnam, Do Hung Viet, y el embajador estadounidense, Marc Knapper, presionan el botón para neutralizar una bomba de racimo.

Se trata no sólo de una tarea humanitaria, sino también de un símbolo de la reconciliación, la clemencia y el espíritu de dejar atrás el pasado y dirigirse juntos al futuro.

El vicecanciller Do Hung Viet, jefe de la delegación vietnamita en esta misión, dejó saber: “El hecho de que las dos partes desplegaran las búsquedas de soldados estadounidenses en Vietnam inmediatamente después de la firma del Acuerdo de París en 1973, demuestra el compromiso de nuestro país y el acatamiento de los acuerdos con Estados Unidos. Además, podemos apreciar la tolerancia de Vietnam. Es prueba de una gran filosofía y visión de los dirigentes vietnamitas. Lo que más destaca de parte de los vietnamitas es la clemencia y la voluntad de no guardar rencor”.

A su vez, el embajador estadounidense, Marc Knapper, afirmó que este trabajo no solo representa una tarea humanitaria, sino además un modelo de la cooperación entre las dos partes en la reparación de las consecuencias de la pasada guerra, contribuyendo a forjar la reconciliación entre ambos países.

Hasta la fecha de hoy, Vietnam ha encontrado y entregado a la parte norteamericana los restos de más de 1200 soldados estadounidenses y ayudó a Washington a identificar 735 militares.