Poco después de su despegue, Spectrum, un cohete de dos etapas de casi 30 metros de largo y 50 toneladas de peso, desarrollado por la empresa alemana Isar Aerospace, comenzó a tambalearse, se volcó y luego se cayó hacia atrás en una violenta explosión. Tras el incidente, se desplegó de inmediato un equipo de intervención en crisis.

Spectrum es un vehículo de lanzamiento orbital diseñado para transportar pequeños satélites, con una carga útil máxima de una tonelada, a la órbita terrestre baja. Su fracaso representa un serio revés para los esfuerzos europeos por fortalecer su economía espacial.

Europa esperaba lanzar con éxito el cohete Spectrum para reducir gradualmente su dependencia de empresas estadounidenses como SpaceX y Rocket Lab, y al mismo tiempo dar un impulso a la atracción de inversiones del sector privado en la industria de tecnología de lanzamiento de satélites.