Según un comunicado de la Oficina del Primer Ministro, la decisión se adoptó tras evaluar la situación actual, con el objetivo de impulsar el intercambio de rehenes y alcanzar un alto el fuego basado en la propuesta presentada por Qatar.

Esta contempla que Hamás libere a diez rehenes israelíes vivos y entregue los cuerpos de otros dieciocho a cambio de una tregua de sesenta días. Israel excarcelaría a mil prisioneros palestinos y a 1.111 personas detenidas en Gaza tras el 7 de octubre de 2023. Durante el periodo de alto el fuego, ambas partes iniciarían negociaciones para lograr un acuerdo que ponga fin de manera definitiva al conflicto.

Mientras tanto, miles de israelíes se manifestaron anoche en la Plaza de los Rehenes, en Tel Aviv, para exigir al Gobierno que cierre cuanto antes un acuerdo que permita la liberación de todos los cautivos en manos de Hamás.

La protesta coincidió con la reunión del Gabinete de Seguridad israelí, que analizaba la respuesta de Hamás a la propuesta qatarí, y se produjo pocos días antes de la visita de Netanyahu a Estados Unidos, prevista para comienzos de la próxima semana.

Manifestaciones similares tuvieron lugar en Jerusalén, Kiryat Gat y en el cruce de Sha’ar HaNegev, en el sur de Israel, aunque con menor asistencia.