(VOVworld) – Después de dos días de trabajo, la Cumbre del Grupo de las economías desarrolladas y emergentes (G20) concluyó el 16 de noviembre en la ciudad de Brisbane, Australia, con la aprobación de una Declaración Conjunta, en la cual estableció un objetivo ambicioso para elevar el Producto Interno Bruto (PIB) del Grupo por lo menos al 2% en los 5 años venideros. La declaración también afirma el objetivo de construir una potencia económica mundial para promover las instituciones globales.

Según lo acordado, los líderes del G20 propusieron una serie de medidas destinadas a impulsar el crecimiento, la inversión y la competitividad, crear puestos de trabajo, reducir la pobreza y excluir la desigualdad.

Concretamente, concordaron implementar la iniciativa de infraestructura a nivel mundial para reducir al 25% la brecha entre hombres y mujeres trabajadores para 2025, y el plan de acción contra la corrupción, en el período 2015-2016. Abogaron por fortalecer la capacidad de las instituciones financieras mundiales y la reforma estructural del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al intervenir en una rueda de prensa, el primer ministro australiano, Tony Abbott, dijo que los miembros del G-20 creen que si trabajan juntos, pueden poner en práctica los objetivos planteados para ofrecer beneficios a los ciudadanos de todo el mundo.