Las conversaciones entre el primer ministro vietnamita, Pham Minh Chinh, y la presidenta suiza, Karin Keller-Sutter, en Davos, el 21 de enero.

Ambas partes acordaron en principio elevar su relación bilateral al nivel de Asociación Integral, que refleje las prioridades compartidas en la cooperación actual. Se comprometieron a intensificar los esfuerzos y adoptar medidas concretas para finalizar las negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio entre Vietnam y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) lo antes posible. 

Además, destacaron la importancia de mejorar el diálogo y la colaboración en áreas clave como la innovación, las finanzas verdes, la propiedad intelectual y el intercambio de conocimientos para establecer y desarrollar un centro financiero internacional en Vietnam.

Reconociendo el valor de los vínculos educativos y culturales, ambas partes acordaron explorar el potencial para ampliar las asociaciones académicas, las iniciativas de capacitación y la cooperación en materia de turismo. Identificaron la innovación, la ciencia y la tecnología y el intercambio de conocimientos como áreas prioritarias para una colaboración más profunda en el futuro.

Los dos líderes subrayaron el papel de los intercambios entre personas y de las comunidades vietnamita y suiza para fomentar el entendimiento mutuo y servir de puentes entre las dos naciones.

También reconocieron las oportunidades para fortalecer las alianzas científicas y tecnológicas, incluida la colaboración entre instituciones de investigación y programas conjuntos para apoyar los avances científicos.

Estos podrían incluir iniciativas financiadas por la Fundación Nacional Suiza para la Ciencia (SNSF) y la Fundación Nacional de Vietnam para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (NAFOSTED). 

Además, ambas partes discutieron la posibilidad de mejorar la colaboración para abordar los desafíos ambientales y mejorar la resiliencia climática en consonancia con el Acuerdo de París, y reafirmaron su compromiso con el multilateralismo y un orden mundial basado en el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.

Destacaron la importancia de mantener la paz, la estabilidad, la seguridad y la libertad de navegación y aviación en el Mar del Este, resolver las disputas por medios pacíficos y con apego al derecho internacional, en particular la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS 1982).

Por último, ambos líderes coincidieron en la necesidad de seguir contribuyendo al desarrollo y la estabilidad regional y mundial, centrándose en abordar desafíos globales como la protección del medio ambiente, el cambio climático y la seguridad hídrica.