Un camión en tránsito hacia Estados Unidos por el puente fronterizo Zaragoza-Ysleta, en Ciudad Juárez (México), el 12 de julio de 2025, tras el anuncio del presidente Donald Trump sobre la aplicación de un arancel del 30 % a las importaciones procedentes de la UE y México. (Foto: REUTERS/José Luis González)

En su misiva a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, Trump advirtió que los aranceles podrían aumentar si la UE impone nuevos impuestos a productos estadounidenses o adopta represalias. Asimismo, pidió la apertura del mercado europeo y la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias, a cambio de reconsiderar las tasas impuestas.

A México, el mandatario justificó la medida alegando falta de cooperación en el combate al narcotráfico y al ingreso de fentanilo, además de un desequilibrio comercial que según sus palabras, amenaza la seguridad nacional. No obstante, afirmó estar dispuesto a revisar los aranceles si México aborda adecuadamente las preocupaciones de Washington.

Ese mismo día, Ursula von der Leyen declaró que la UE sigue dispuesta a negociar, pero advirtió que tomará todas las medidas necesarias para proteger los intereses de la Unión Europea, incluyendo contramedidas proporcionales si fuera necesario.

Trump ya había remitido cartas similares a otros 23 socios comerciales, notificándoles la aplicación de aranceles de entre el 25 % y el 40 %, con fecha límite del 1 de agosto para negociar.