Foto: baoquangninh.vn

El evento, profundamente arraigado en la identidad cultural vietnamita, incluyó una serie de rituales tradicionales como el toque ceremonial de tambores y campanas, ofrendas, oraciones por la paz y la prosperidad del país, así como la emblemática ceremonia de estampado del sello sagrado de Yen Tu.

El punto más destacado del festejo de este año fue la procesión de palanquines, la cual constituye la más grande hasta la fecha, con 11 grupos de diferentes localidades de Uong Bi y la Sangha Budista de Quang Ninh. 

Desde el primer día del festival, miles de peregrinos y turistas han acudido al monte de Yen Tu para rendir homenaje, admirar el paisaje sagrado y participar en las ceremonias espirituales. El venerable Thich Dao Hien, vicepresidente y secretario general de la Sangha Budista de Vietnam en la provincia de Quang Ninh, destacó: “Este año el festival ha restaurado los rituales tradicionales para la procesión de ofrendas provenientes de diversas localidades de la ciudad de Uong Bi. Estas son elaboradas con devoción por los propios habitantes y presentadas con profundo respeto al Rey-Buda Tran Nhan Tong, honrando su legado espiritual y cultural”.

La celebración, realizada cada décimo día del primer mes lunar, se ha convertido en un símbolo cultural que refleja la tradición vietnamita de “Al beber agua, recordar el manantial” y difunde valores ancestrales.

Con el propósito de preservar y promover los valores patrimoniales culturales, la provincia de Quang Ninh, en colaboración con varias localidades, finalizó el expediente de nominación del Complejo de reliquias y paisajes históricos Yen Tu – Vinh Nghiem – Con Son-Kiep Bac para su presentación a la UNESCO, con el objetivo de obtener su reconocimiento como Patrimonio Mundial.