(VOVWORLD) - El Gobierno de Francia decidió aplicar medidas más severas para impedir la violencia, después de la grave escalada de agresiones del movimiento de los “chalecos amarillos” en su décimo octava manifestación el pasado 16 de marzo.
 El primer ministro de Francia, Edouard Philippe, anuncia las nuevas medidas de seguridad para frenar los actos violentos en el país (Foto: BFMTV) |
Después de una reunión de urgencia con el presidente Emmanuel Macron y los ministros de Interior y de Justicia este lunes, el primer ministro Edouard Philippe informó que el Gobierno adoptó una serie de medidas estrictas destinadas a evitar nuevas olas de violencia al margen de las manifestaciones de los “chalecos amarillos”.
El premier francés destacó: “No son manifestantes sino rebeldes que se reúnen en grupos de encapuchados, cuyo único objetivo es saquear, destruir, quemar y lesionar a otras personas. Tales agresiones pueden incluso matar a gente. Sin duda, son actos criminales a los cuales debemos responder categóricamente. El próximo sábado y cada vez que sea necesario prohibir las protestas de los ‘chalecos amarillos’, lo haremos, especialmente en las zonas más vulnerables y cuando detectemos la aparición de los elementos extremistas y las intenciones subversivas”.
El jefe de la policía de París, Michel Delpuech, fue despedido por no haber desplegado las medidas de seguridad recomendadas por el Gobierno galo. Lo sustituirá Didier Lallement, prefecto de la policía de la región de Nueva Aquitania, quien asumirá oficialmente su cargo el miércoles 20 de marzo.
El Elíseo advirtió que los manifestantes recibirán castigos administrativos más categóricos. Además, prometió brindar mayor apoyo a los propietarios de las tiendas y los locales saqueados y destruidos últimamente en las protestas.