En su escrito, To Lam afirma que la gran causa revolucionaria del prócer de la revolución vietnamita ha dejado un legado invaluable. El Presidente no solo fue un eminente líder en la empresa de liberación nacional de Vietnam, sino que también sentó bases sólidas para el futuro del país a través de su pensamiento y su ejemplo moral.

El núcleo del pensamiento de Ho Chi Minh es la aspiración a la independencia nacional asociada al socialismo, con el objetivo último de traer libertad, prosperidad y felicidad al pueblo. Las cualidades de “diligencia, frugalidad, integridad, rectitud y desinterés absoluto” que él enseñó se han convertido en normas hacia las cuales todo vietnamita debe orientarse.

El Secretario General del PCV destaca que no solo el pueblo vietnamita, sino también los pueblos amantes de la paz y el progreso en el mundo, valoran y recuerdan al Presidente Ho Chi Minh como un símbolo de paz, libertad y liberación nacional. Su pensamiento contribuyó a impulsar los movimientos de lucha contra el colonialismo y el imperialismo a escala mundial, al tiempo que inspiró la construcción de un mundo más justo y humano.

Según To Lam, más de medio siglo después del fallecimiento del Tío Ho, su pensamiento y su ejemplo siguen iluminando el camino y guiando al pueblo vietnamita en la obtención de grandes logros con profundo significado histórico. Hoy en día, en todos los ámbitos, desde la economía, la sociedad, la educación, la sanidad, hasta la defensa nacional, la seguridad y la política exterior, se percibe claramente la huella del pensamiento de Ho Chi Minh, que constituye una base orientadora en la causa de construcción y defensa de la Patria en la nueva era.

El pensamiento, la moral y el estilo del Presidente Ho Chi Minh no solo iluminan el camino recorrido, sino que brillan como una fuente inagotable de inspiración para el presente y el porvenir. Las estrategias y planes de desarrollo socioeconómico hasta 2030, con visión a 2045, tienen como núcleo el objetivo de “un pueblo próspero, una nación fuerte, democrática, justa y civilizada”. Esta es también la aspiración que él albergó en vida: un Vietnam en paz, unido y floreciente.

En su artículo, To Lam resalta que el ejemplo moral y el estilo de Ho Chi Minh serán siempre una antorcha que guía a cada vietnamita en el proceso de formación y perfeccionamiento personal. En especial para las nuevas generaciones, el tío Ho es un modelo resplandeciente de patriotismo, espíritu de autosuperación y voluntad de entrega.

De acuerdo con el secretario general, el Partido y el Estado vietnamitas se mantienen firmes en el objetivo de desarrollar el país siguiendo el camino del socialismo elegido por el Presidente Ho Chi Minh, y al mismo tiempo están promoviendo decididamente avances estratégicos para generar transformaciones contundentes en esta nueva etapa.

Cada paso adelante que da el país busca cumplir el anhelo del Presidente: construir un Vietnam “diez veces más hermoso” que antes, “a la altura de las grandes potencias del mundo”.

Para lograrlo, To Lam hace un llamado a que cada cuadro, militante del Partido y ciudadano vietnamita se esfuerce constantemente en su formación, práctica y unión, trabajando codo con codo por un objetivo común. La gran unidad nacional, bajo la luz del pensamiento de Ho Chi Minh, seguirá siendo una fuente inagotable de energía que permitirá a Vietnam superar todo desafío y cosechar nuevas victorias en el proceso de renovación, integración y desarrollo.