Escena de destrucción tras el ataque llevado a cabo por Israel en una calle de Teherán, capital de Irán. (Foto: REUTERS)

El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió ayer a Israel e Irán ejercer máxima moderación y evitar una mayor escalada, expresando especial preocupación por el ataque israelí a instalaciones nucleares iraníes en un momento en que se desarrollan conversaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irán.

Por su parte, Rusia condenó las acciones militares de Israel, calificándolas de violación al derecho internacional, y reafirmó que la cuestión nuclear iraní solo puede resolverse por vía diplomática. Moscú instó a todas las partes a actuar con responsabilidad y evitar una confrontación regional de gran escala.

El mismo día, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, tildó de “extremadamente peligrosa” la situación en Oriente Medio. Reafirmó el compromiso del bloque continental con la diplomacia como vía principal para la resolución de disputas, y reiteró su disposición a apoyar cualquier iniciativa que contribuya a reducir tensiones.

El presidente de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, también expresó su preocupación por el ataque israelí contra unos 100 objetivos en territorio iraní. Hizo un llamado urgente al cese inmediato de las hostilidades, alertando que el actual deterioro amenaza gravemente la estabilidad y la paz internacional.

Desde Washington, el presidente estadounidense Donald Trump instó a Irán a alcanzar un acuerdo con Estados Unidos y lanzó una severa advertencia sobre las consecuencias de una posible escalada. En sus primeras declaraciones tras los ataques, Trump aseguró que Israel dispone de “uno de los arsenales militares más potentes y avanzados del mundo” y no dudará en utilizarlo. Afirmó que las consecuencias “serán mucho más devastadoras de lo que Irán puede imaginar”, aunque subrayó que aún existe una ventana para detener la espiral de violencia.

Mientras, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, expresó la “profunda preocupación” de Beijing ante el posible agravamiento de la situación.

China se opone firmemente a cualquier acción que vulnere la soberanía y la integridad territorial de Irán, y rechaza cualquier intensificación del conflicto en la región. El gigante asiático reiteró su voluntad de desempeñar un papel constructivo para aliviar la tensión y promover una solución pacífica.