La economía de Vietnam desde la perspectiva internacional

(VOVWORLD) - En un contexto de economía global que enfrenta presiones y riesgos, Vietnam continúa destacando como un ejemplo de crecimiento en la región asiática, gracias a su impresionante tasa de recuperación y su gran capacidad de adaptación a las fluctuaciones.
La economía de Vietnam desde la perspectiva internacional - ảnh 1Un buque de carga atraca en el puerto de Hai Phong. (Foto: VNA)

Los bancos HSBC y Standard Chartered elevaron simultáneamente sus pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Vietnam al 7,9 % y al 7,5 %, respectivamente, casi dos puntos porcentuales por encima de sus pronósticos anteriores.

De igual manera, a principios de este mes importantes organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) también revisaron al alza sus pronósticos de crecimiento para Vietnam, considerándolo un ejemplo excepcional de recuperación estable en medio de un panorama económico global volátil.

Según Standard Chartered, los tres factores principales que contribuyen a que Vietnam mantenga su crecimiento sostenido son: un comercio estable, flujos sostenibles de inversión extranjera directa (IED) y una sólida recuperación de la demanda interna.

De éstos, la IED sigue siendo un pilar fundamental de la economía. En septiembre de 2025 los flujos desembolsados alcanzaron los 18.800 millones de dólares, el nivel más alto de los últimos cinco años, y el capital recién registrado llegó a los 28.500 millones de dólares, un 15,2 % más que en el mismo período.

Según HSBC, Vietnam se está convirtiendo en una opción estratégica en el proceso de reestructuración de la cadena de valor global, gracias a un entorno macroeconómico estable, políticas fiscales flexibles y una infraestructura industrial en rápida mejora.

De acuerdo con el Banco Mundial (BM), la nación indochina cuenta actualmente con un amplio margen fiscal gracias a su bajo nivel de deuda pública y su sólida estabilidad macroeconómica, lo que crea oportunidades para impulsar la inversión pública a gran escala, solucionando así los problemas de infraestructura, creando empleo y extendiendo el impacto de la inversión privada.

Desde una perspectiva internacional, Vietnam está entrando en una nueva fase de desarrollo, en la que la tasa de crecimiento ya no es el único indicador, sino que se convierte en una medida de adaptabilidad y calidad de la gobernanza. 

El mantenimiento de un crecimiento del PIB superior a un 8% en el tercer trimestre de 2025, junto con las previsiones optimistas de HSBC (7,9%) y Standard Chartered (7,5%), demuestra que el objetivo de un 8,5% para todo el año 2025 se está volviendo gradualmente factible.

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