(VOVWORLD) - La presión también es la fuerza impulsora para que la economía vietnamita entre con firmeza en una nueva era, afirmaron los expertos participantes en el taller: "La economía de Vietnam en 2024 y perspectivas para 2025 - Innovación, creatividad e integración en la nueva era", celebrado el martes en Hanói por el Instituto Central de Gestión Económica (CIEM), en colaboración con la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ).
El Informe Macroeconómico de Vietnam 2024 y las Perspectivas para 2025 del CIEM, evalúan que la economía de este país tiene una base positiva para una nueva fase de desarrollo.
El documento señala cuatro desafíos para el desarrollo económico en 2025. En primer lugar, el crecimiento económico mundial podría recuperarse lentamente o incluso disminuir este año. En segundo lugar, Vietnam necesita adoptar pronto un enfoque adecuado al rápido desarrollo de nuevas tecnologías.
 La doctora Tran Thi Hong Minh, directora del CIEM, pronuncia su discurso. (Foto: VOV)
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En tercer lugar, es necesario especificar rápidamente los criterios de calidad del proyecto, en consonancia con la orientación del desarrollo de la economía, para seguir atrayendo inversión extranjera directa (IED) de calidad y efectiva.
En cuarto lugar, lograr un alto crecimiento sólo tiene sentido si no va acompañado de altas presiones inflacionarias.
Al respecto, la doctora Tran Thi Hong Minh, directora del CIEM, comentó: “Hemos identificado francamente dificultades y desafíos, como el riesgo de la trampa del ingreso medio, los factores que crean nuevas fuerzas impulsoras para la innovación en el modelo de crecimiento y la mejora de la competitividad. Con esa mentalidad, las dificultades pueden convertirse en una ‘presión positiva’ para que Vietnam esté más decidido a implementar reformas económicas más fundamentales, centrándose en la innovación y la creatividad, para que la economía pueda alcanzar los objetivos de crecimiento para 2025 y las décadas siguientes”.
El informe recomienda que Vietnam aproveche bien la promoción de la reestructuración económica para impulsar el desarrollo de las industrias y los productos con mayor valor añadido y contenido científico y tecnológico, además de seguir atrayendo inversión extranjera para ampliar el espacio de crecimiento económico a través de la transferencia de tecnología. En esta senda, es importante promover una mayor productividad laboral mediante reformas institucionales, incluidas la reforma de los aparatos estatales y de los procedimientos administrativos.