(VOVworld) - El viceministro libio del Interior, Wanis al-Sharif, informó que las fuerzas de seguridad detuvieron los primeros sospechosos de haber participado en el asalto contra el consulado de EEUU en Benghazi, donde  murieron a cuatro personas, entre ellas el embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens.

Atribuyen a miembros del grupo armado Ansar al-Sharia en
Libia el ataque contra el consulado de EEUU en Benghazi

Esta detención se llevó a cabo en el contexto de que la comunidad internacional tiene la duda de que la red terrorista Al Qaeda pueda estar detrás de este atentado.

Funcionarios estadounidenses indican que este acto violento puede ser un ataque planeado por Al Qaeda o de los que apoyan esta red terrorista.

Los manifestantes llenaron el consulado, pero luego, según testigos, asaltantes emplearon granadas propulsadas por cohetes, haciendo que el embajador de EEUU y otros tres empleados del Consulado murieran por inhalación de humo.

Después del incidente en Benghazi, y las protestas contra la embajada de EEUU en El Cairo (Egipto) y en Yemen, el presidente Barack Obama pidió reforzar la seguridad en las misiones diplomáticas estadounidenses en todo el mundo.

Mientras tanto, la ola de protestas contra la supuesta película con contenido difamatorio al profeta Mahoma continúa propagándose.

El 13 de septiembre, miles de musulmanes chiítas se manifestaron en varias ciudades de Irak y quemaron banderas de Estados Unidos, expresando su hostilidad a EEUU e Israel.

Unos 60 protestantes de origen árabe, se reunieron fuera de la Embajada de EEUU en Tel Aviv. El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, canceló su visita a Noruega, por temor a la violencia interna de rechazo al mencionado film.