(VOVworld) – Dirigentes de distintos países y organizaciones internacionales transmitieron sus felicitaciones a la Federación Rusa por el Día de la Victoria en la Gran Guerra Patria, de 1941 a 1945. En sus palabras pronunciadas en los actos de conmemoración de la victoria sobre el fascismo y el fin de la Segunda Guerra Mundial en Rusia, Polonia y Ucrania, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon subrayó el significado importante de este histórico acontecimiento. Asimismo llamó a la comunidad internacional a hacer todo lo posible para frenar y resolver por medios pacíficos los conflictos. Ki Moon dijo que la Segunda Guerra Mundial recuerda para siempre a las generaciones actuales y posteriores de las pérdidas, los sufrimientos y los daños incompensables de las guerras y los conflictos.
La asesora del presidente estadounidense sobre asuntos de Rusia, Wallander visitó la Embajada rusa y felicitó el desfile militar con motivo del aniversario 70 de la victoria del pueblo soviético frente al fascismo en la Gran Guerra Patria. La funcionaria destacó que el gobierno norteamericano siempre recuerda los sacrificios de los pueblos estadounidense y soviético en la Segunda Guerra Mundial.
En el acto conmemorativo en el Palacio Presidencial en Brasilia, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, agradeció a los soldados del país que participaron en la lucha antifascista, sobre todo a los caídos para mantener la paz en el mundo.
Otros dirigentes y estudiosos de historia coincidieron en que la victoria del ejército y del pueblo de la ex Unión Soviética contra el nazismo alemán cambió radicalmente la situación en la Segunda Guerra Mundial, y contribuyó a animar a las fuerzas aliadas a reforzar su lucha antifascista en el segundo frente, especialmente con la Batalla de Normandía en la costa de la región homónima de Francia. En verano de 1944, después de hacer retroceder todas las tropas de la Alemania nazi de la Unión Soviética, el Ejército Rojo comenzó los ataques para liberar los países europeos, entre ellos la operación estratégica en la misma guarida de los nazistas. Unos 8 mil soldados del Ejército Rojo se quedaron eternamente en Alemania en el último ataque para liberar Berlín. En una visita a uno de los cementerios de combatientes soviéticos en el este del país, el presidente alemán, Joachim Gauek expresó su agradecimiento a los caídos para liberar Alemania del fascismo.