Pronóstico de la trayectoria del supertifón Ragasa. (Foto: chinhphu.vn)

En Filipinas, donde el ciclón presenta vientos sostenidos de 215 kilómetros por hora, el Gobierno dispuso el cierre de todos los centros escolares y oficinas en Manila y en 29 provincias. El presidente Ferdinand Marcos Jr. ordenó a la Agencia Nacional de Gestión de Desastres activar el máximo nivel de alerta, reforzar las medidas de prevención y movilizar todos los recursos para hacer frente a la emergencia. Numerosos vuelos domésticos y rutas de ferry han sido suspendidos por seguridad.

En Taiwán (China), las autoridades ordenaron evacuaciones selectivas en áreas montañosas del Este y emitieron alertas marítimas y terrestres. Wang Shen Zhi, funcionario de la Oficina de Seguridad Marítima, señaló: “Durante el paso del tifón, verificaremos de forma remota los puntos de fondeo de los buques. Una vez que amaine, evacuaremos las embarcaciones lo antes posible para reanudar la actividad normal”.

Hong Kong se prepara para aplicar medidas excepcionales, incluida la posible suspensión total de vuelos comerciales durante 36 horas, entre la noche del 23 y la mañana del 25 de septiembre, coincidiendo con el momento en que Ragasa se prevé más próximo a la ciudad. La medida implicaría la cancelación de unos 700 vuelos y refleja el riesgo que entraña para un centro financiero y aeronáutico internacional con 7,5 millones de habitantes.

En la Región Administrativa Especial de Macao, el Gobierno instó a los ciudadanos a abastecerse de agua, alimentos, linternas, medicinas y material de primeros auxilios, y a mantener cargados teléfonos y baterías externas.

En la provincia china de Guangdong, más de 10.000 embarcaciones costeras habían sido trasladadas a refugios seguros desde esta mañana. En Shenzhen, las autoridades planean evacuar a 400.000 personas hacia zonas protegidas.