En un comunicado, el Gobierno de Doha acusó a los EAU de imponer a los qataríes una serie de medidas discriminatorias en el último año, al expulsarlos, prohibirles ingresar o cruzar su territorio, y cerrar el espacio aéreo y los puertos marítimos que conectan con Qatar. Indicó que las acciones de sus vecinos árabes violaban la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, incluida la segregación por motivos de nacionalidad, de la que Qatar y EAU son signatarios. Además, solicitó al Tribunal que ordenara a ese último tomar soluciones para cumplir con sus obligaciones en virtud de dicho texto, cesando y revocando las medidas y restableciendo los derechos de los qataríes.

En junio de 2017, EAU, Arabia Saudita, Bahréin y Egipto decidieron romper sus relaciones diplomáticas con Qatar y le impusieron un bloqueo comercial, alegando que Doha apoya y financia a organizaciones terroristas, como Estado Islámico y Al Qaeda.