(VOVworld) - Las tensiones entre Arabia Saudita e Irán siguen en aumento después de que Arabia Saudita ejecutó a 47 personas imputadas por actividades terroristas, entre ellas el clérigo Nimr al-Nimr, cuya muerte desencadenó fuertes protestas en Irán y otros países de mayoría chiíta y culminaron con el ataque a la embajada saudí este 2 de enero en Teherán.

(Foto:VNA)

En ese contexto, el viceministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir-Abdollahian, advirtió que la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Teherán y Riad afectará las conversaciones de paz en Siria, pero dijo que Teherán sigue manteniendo sus compromisos con este proceso.

Más temprano, Arabia Saudita confirmó que el conflicto diplomático no afectaría los esfuerzos por resolver el conflicto en Siria y Yemen, porque Riad aún mantiene sus compromisos y se unirá a la conferencia sobre Siria, a celebrarse a finales de este mes. El mismo día, el canciller iraquí, Ibrahim al Jaafari, quien se encuentra de visita en Teherán, afirmó que su país jugará un papel mediador a fin de reducir la tensión entre Irán y Arabia Saudita.

En otro hecho relacionado, Jordania convocó al embajador iraní en Ammán, para comunicarle el rechazo del Gobierno jordano a los asaltos del pasado sábado a la sede diplomática saudí en Teherán, expresando que el ataque es una supuesta intervención de Teherán en los asuntos internos de Arabia Saudta y otros países árabes. Mientras tanto, Qatar también retiró a su embajador en este país persa en señal de protesta contra el incidente. Después Arabia Saudita, Baréin y Sudán, la República de Djibouti, anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Irán.

En un esfuerzo por aliviar las tensiones, el presidente iraní, Hassan Rouhani sugirió al jefe del poder judicial de este país llevar a cabo un juicio y dictar sentencia contra 50 sospechosos involucrados en el ataque a la embajada de Arabia Saudita en Teherán.