Tradicional pleitesía a legendarios reyes Hung

Por Hugo Rius (corresponsal de Prensa Latina) 


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Recién certificada por la Unesco como patrimonio intangible de la humanidad, la ceremonia de pleitesía a los legendarios reyes Hung se rememora en Vietnam con el brillo de ese reconocimiento mundial, en el nuevo año lunar del calendario tradicional.

Para los vietnamitas el milenario mito de la pareja soberana que tuvo 100 hijos se asocia con el nacimiento de la nación y lo consideran como fuente primigenia de su identidad, que reverencian siguiendo la axioma popular de que "al beber el agua se recuerda el manantial".

En el imaginario se conserva el relato sobre Lac Long Quan y Au Co, que unieron sus vidas y con el atribuido nacimiento de tan numerosa prole poblaron entre los años del 2879 al 250 antes de Nuestra Era el país de Van Lang, el primero de Vietnam. Un templo en honor se levanta en la montaña de Nghia Linh, en la provincia central del norte, donde cada año se reproduce con todo su esplendor el ritual de homenaje a los antecesores, que según documentos históricos apareció en tiempos tempranos y llevó a la agencia de Naciones Unidas a declararlo patrimonial universal.

Vistosamente ataviados a la usanza originaria los actores surgidos de poblaciones cercanas marchan hacia el templo portando ofrendas sobre palanquines e inciensos en tributo y recuerdo a los legendarios monarcas fundadores, en un singular espectáculo que siempre atrae a numerosos visitantes.

Investigadores señalan que entre los años 257-208 en una columna de piedra levantada allí se inscribió el texto que decía: "con la presencia del cielo y la tierra, la existencia de Vietnam se debe al templo de los reyes Hung; que las futuras generaciones lo cuidan y defiendan el país legado por nuestros ancestros".

El profesor Ngo Duc Thinh, director del Centro de investigación y preservación de la cultura y culto de Vietnam, interpreta que la mantenida adoración demuestra que desde épocas remotas el pueblo vietnamita tuvo conciencia de su origen y lo convirtió en elemento clave de su espíritu nacional.

Al inaugurar las celebraciones el 10 de abril, que es el cuatro de marzo del inicio del año lunar, el presidente Truong Tan Sang, subrayó que además de tratarse de una actividad espiritual en la que se ruega por la paz, la felicidad, el buen tiempo y la prosperidad, refuerza la unidad, el amor y la ayuda mutua de la comunidad de las 54 etnias vietnamitas que tienen un mismo origen.

Cerca de 90 millones de nacionales en su propia tierra y unos cuatro millones y medio de residentes en el exterior preservan la tradición conmemorativa transmitida a lo largo de generaciones como uno de sus más preciados valores patrióticos y morales.

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