(VOVworld) - El nacimiento de una persona es una felicidad, sin embargo, no todas pueden disfrutarlo totalmente. En la vida hay muchos desafortunados que sufren defectos físicos o mentales. Sin embargo, no por ello pierden su confianza en la vida, ya que siempre están a su lado el amor y la atención de la comunidad social para que superen sus destinos.

Estos ruidos proceden de una clase de costura en una casa de unos l00 metros cuadrados en el callejón de Linh Quang, municipio de Dong Da, Hanoi.  Desde hace muchos años, esta es una dirección conocida por los minusválidos de distintas partes del país. Se trata del Centro de enseñanza de oficios humanitario y creación de empleos para los discapacitados del profesor Tran Duy Hai. Por su amor a los pequeños en desventaja, Hai, ex profesor de oficio de la compañía de algodón, telas y fibras estableció este centro desde l975 con el deseo de ayudar junto a la sociedad a los discapacitados. Escogió la costura, porque este trabajo era conveniente con su condición física.  Además de enseñar gratis, el centro abrió una oficina de búsqueda de trabajos para los minusválidos. Hai dijo:“Nos conectamos con las empresas de  2 formas: Primero, llegamos a los establecimientos de producción para buscar empleos para ellos. Segundo, recibimos productos de manufactura de entidades para que los discapacitados practiquen y perfeccionen a fin de aumentar sus ingresos. En nuestro centro ellos se benefician del l00 por ciento del dinero derivado de sus trabajos”

Aunque sufren defectos físicos, parece que la vida les proporciona a los minusválidos la voluntad, la perseverancia y la energía para superar la severidad de sus destinos. Siempre quieren tener una oportunidad para aprender oficios, trabajar y dar sus  pequeños aportes a la sociedad. La jovencita paralizada Ho Thi Thuong en el distrito de Quynh Luu, Nghe An expresó:“Solo quiero tener un oficio para ganarme la vida y considero el trabajo como alegría y consolación. Al estudiar oficios me siento más contenta porque tengo trabajo. Con el empleo mi vida se hace  más significativa. Aquí los profesores y profesoras nos enseñan atentamente. Yo y mis amigos en la misma situación nos llevamos muy bien”.

Presenciar progresos y éxitos de sus alumnos constituye la mayor alegría espiritual de los profesores del Centro de enseñanza de oficios humanitario de Linh Quang. Instruir oficios a las personas normales es difícil, pero hacerlo para los impedidos físicos es más difícil aún debido a sus defectos y estrés. La maestra Vu Thi Nga compartió:“Pienso que en la vida ellos sufren más pérdidas que personas normales. Quieren buscar empleos y cuando pueden trabajar se muestran muy laboriosos. El dinero logrado mediante el  trabajo les trae  alegría y también nos sentimos muy regocijados, porque les hemos ayudado a incorporarse a la comunidad”.

Para los minusválidos, el Centro de enseñanza de oficios humanitario de Linh Quang y los demás en todo el país son lugares donde ellos encienden sus esperanzas en la vida, ayudándoles a reafirmar con la sociedad que son “discapacitados pero no inútiles”. Además de la asistencia e instrucción de los profesores, reciben la atención de organismos, organizaciones e individuos a través de los estímulos y regalos en ocasión de las efemérides “para que los minusválidos comprendan que el Partido y el Estado prestan atención a los impedidos físicos y el mundo conozca que el pueblo vietnamita mantiene la tradición de ayudarse mutuamente” apuntó el profesor Hai./.