Disfrute del narciso, deleite milenario de hanoyenses en el Tet

(VOVworld) - Cada vez que llega la primavera, junto con el color rosado de las flores de melocotón y el amarillo de la Ochna, la ternura y delicadeza de los narcisos hacen más brillante y efervescente el ambiente festivo. Su belleza y aroma han seducido a numerosas generaciones de amantes de la floresta.

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Para los amantes de la floresta, cada maceta de naricisos
lleva su propio significado


Anualmente en ocasión de la fiesta tradicional los hanoyenses que adoran los narcisos empiezan a cultivarlos. Las raíces secas se empapan en agua para que broten. Después se recortan por hábiles manos para crear figuras deseadas. Esta es una labor difícil y compleja porque si no se le presta la debida atención el tubérculo perderá belleza. Desde el momento en que la planta brota hasta que surge el tallo, se debe cortar y arreglar 3 o 4 veces. Como se trata de una flor limpia generalmente, los vasos de narcisos se colocan en lugares frescos y espaciosos. Además, se le debe cambiar el agua diariamente y secar la savia para que la raíz no se pudra. Los cultivadores deben atender cuidadosamente la planta en la etapa en que brotan los botones. Si la raíz crece lentamente, se debe inroducir en arena húmeda. Nguyen Viet Dung, experto en crear figuras de narcisos en la aldea Nghi Tam, explicó: “Podar una raíz de narciso lleva mucho trabajo y hay que emplear cuchillos apropiados, según el estilo con el que lo hacían los ancianos en el pasado. Esto consiste en que el tubérculo debe quedar corto y la flor alta. Es necesario recordar que al cortar la raíz no se puede dañar la hoja ni la flor, ni tampoco utilizar agua sucia, ya que echa a perder la planta.”

 El narciso es una de las flores que se abren tempranamente en la primavera, simbolizando el talento, el bienestar, la prosperidad y la longevidad. Por ello, se le atiende con mucho cuidado para que florezca en el “giao thua”, último instante del año viejo e inicio del nuevo. Si hace mucho frío, los floricultores pueden echarle agua tibia al vaso o ponerlo en una habitación cerrada para que las flores se abran rápidamente. Por el contrario, si hace calor se utiliza la clara de huevo de gallina o la savia de la planta de fruta bomba para que sea más lento el florecimiento. Para tener vasos de narcisos hermosos se deben podar las hojas y crear figuras como las de un fénix que baila, un dragón en descenso, grulla que contempla, o hada que desciende. Realmente cada ramillete de flores es una obra artística ejecutada por manos hábiles. Por lo tanto, el disfrute del narciso es algo creativo y primoroso. El floricultor Dung agregó:“Un vaso de narciso es hermoso cuando la raíz es larga, blanca y limpia; las hojas se intercalan y las flores son altas. Los ancianos comparan el narciso con un plato de perlas, una taza de oro, que expele un aroma más seductor que cualquier perfume, sobre todo cuando abre en los días festivos primaverales.”


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Los narcisos con su encanto y su fragancia suave es un deleite especial
para los hanoyenses, sobre todo personas de mayor edad


 Este mismo aroma hace que se busque tanto esta flor al llegar la fiesta tradicional. Lan, una vendedora de narcisos en la calle de Hoang Hoa Thám, Hanoi compartió:“En el Tet casi todas las familias buscan estas fragantes flores para regocijarse. Sin embargo, hace falta cambiar diariamente el agua para que la planta no se pudra. Todos los años vendo rápidamente los narcisos."

 La primavera está llegando y las flores hermosas se colocan en el altar de cada familia en el último día del año viejo. En el primer día del año nuevo se les traslada a un lugar solemne de la sala para que el dueño de la casa y los visitantes disfruten de la pura belleza de la flor llamada “hada del agua”. En el ambiente cálido de la reunión familiar el aroma del narciso mezclado con el olor de los inciensos genera una atmósfera especial del Tet tradicional. Nguyen Thu Hien, una capitalina relató:“Esta flor trae buena suerte según la creencia popular. Por ello, la cultivo con el deseo de gozar de felicidad en el año nuevo”.

 Desde antaño el narciso se consideró símbolo de la belleza del alma. El disfrute de esta flor se ha convertido en práctica milenaria de los hanoyenses. Por lo tanto, alegrarse con el narciso en la fiesta tradicional es una forma de volver al pasado y preservar un hermoso rasgo cultural en el alma de cada persona.

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