(VOVworld) -  Al pasear por los barrios antiguos de Hanoi, numerosos visitantes se asombran por el aroma de las hierbas medicinales orientales vendidas en la pequeña calle de Lan Ong, un famoso médico vietnamita. Con motivo del Día de los Médicos Vietnamitas, 27 de febrero, les presentará esta calle. 

Lan Ong es una de las 36 calles de oficio de la antigua Hanoi. Aunque su nombre no comienza por “Hang” (gremio artesanal), los turistas pueden deducir fácilmente qué artículo se vende aquí. A través del tiempo, la mayoría de sus tiendas mantienen el antiguo oficio de procesar y vender medicinas orientales, sin transformarse tanto como otros barrios profesionales. Las farmacias aquí despachan numerosas medicinas tradicionales, como el ginseng, los hongos “Linh Chi” y otras hierbas.

Antes los vendedores usaban balanzas de poco peso, pero ahora usan las pesas Roberval de gran capacidad. Con la ayuda de máquinas cortadoras, el procesamiento de medicinas es menos duro y logra alto rendimiento. Sin embargo, algunas tiendas aún utilizan los cuchillos de mango de madera para cortar las plantas medicinales y los morteros de bronce para macerarlas a la usanza tradicional. Aunque la fisonomía de la calle cambió con vidrieras brillantes y máquinas modernas, e incluso computadoras para redactar e imprimir recetas, las casas de color pardo antiguo y el aroma de plantas medicinales crean la sensación de un barrio sereno y secreto tras el bullicio del negocio. La señora Thanh Nga, dueña de una farmacia en la calle de Lan Ong, dijo:“Practico este oficio hace 30 años. Esta profesión fue legada por nuestros antepasados. Vendemos principalmente medicinas orientales como hongos, ginseng, duong quy (ashweed), etc... Ahora, la gente quiere usar el tam that (aralia bulbosa) y otras medicinas para aumentar la salud y tratar las enfermedades”.

Se pueden encontrar en esta calle medicinas orientales de todo tipo

Amén de vender medicinas tradicionales, esta calle es famosa por galenos de fama que toman el pulso y prescriben las medicinas para los pacientes. En las casas de los vendedores de medicinas, el retrato de Hai Thuong Lan Ong tiene un lugar solemne. Junto al mismo se colocan varios estantes de madera con cientos de gavetas para fármacos. Un médico experimentado puede recetar con solo tomar el pulso del enfermo y estudiarle el rostro.

El procesamiento de medicamentos en Lan Ong es un oficio transmitido de generación en generación. Anteriormente, la mayoría de los doctores aquí jamás estudiaron ni pasaron cursos de formación, solo realizaron el oficio según las experiencias de sus familias, consideradas secretos profesionales. Hoy día existen ahí médicos bien formados, algunos que incluso estudiaron en el extranjero. Todos son atendidos con esmero. Tanto los clientes como los pacientes se sienten tranquilos al presenciar los movimientos suaves y hábiles de los médicos. El señor Pham Xuan Noi, un doctor vinculado a la medicina oriental toda su vida, compartió sus experiencias:“En la medicina tradicional se realiza el diagnóstico tras ver, escuchar, preguntar y tomar el pulso del paciente. Si se determinan exactamente las enfermedades, se podrán dar las medicinas eficaces”.

La densidad demográfica de la calle de Lan Ong es más alta cada día y el comercio de medicinas también se desarrolla. En medio de las calles animadas de Hanoi, este oficio se mantiene gracias a las personas que se entregan en cuerpo y alma a la medicina tradicional de sus antecesores./.