(VOVworld) – La limpieza de calles es una labor bastante pesada, incluso puede ser peligrosa, sobre todo para las mujeres. Pese a ello, el personal femenino de limpieza e higiene ambiental se empeña en proteger el entorno urbano y embellecer los barrios. En ocasión del Día Internacional de la Mujer, conversaremos con algunas de las limpiadoras de Ciudad Ho Chi Minh.

Al hablar de Le Thi Loan, cuadros y empleados de la Compañía de servicios públicos del distrito 3, en la sureña urbe, no escatiman elogios, no solo por su entrega al trabajo sino también por su ejemplar responsabilidad con su propia familia. En más de 30 años en que se dedica a la limpieza, un trabajo vinculado con la escoba, el badil y el cubo de basura, Loan nunca se siente inconforme. En su concepción, no existe el trabajo más, o menos noble, pues para ella, cualquier dinero que se gana con un trabajo honesto es respetable. Por eso siempre está orgullosa de su trabajo. Ella contó: “Me incorporé a esta empresa desde que tenía 19 años de edad. Entonces, pensé que trabajaría como limpiadora durante un tiempo, para después casarme y buscar otro empleo. Pero cada vez me siento más vinculada a esta labor. Los sentimientos que compartimos  entre los limpiadores nos hacen olvidarnos de las dificultades y penalidades. Espero que se eleve más la conciencia del pueblo, para cuidar mejor de nuestra ciudad. Ver a la gente botar basuras en las calles nos desanima mucho.”

La limpieza es una labor dura, pues se  debe realizar en las calles, tanto
por el día como por la noche, y muchas veces bajo
desfavorables condiciones  del tiempo

Como Loan, Nguyen Thi Hue se vincula con la limpieza desde muy joven. En sus 24 años de profesión, desafía  incontables días bajo sofocantes veranos de 39 o 40 grados Centígrados, o noches lluviosas y frías, para cumplir con su trabajo, limpiando calles y devolviendo el ambiente salubre a los barrios. En la charla entre los dos turnos, Hue compartió que el apoyo de su familia le motiva a seguir con el trabajo. Pasó más de 10 años sin disfrutar en casa de la reunión en la nochevieja. “Siempre regreso a casa en cuanto termino el trabajo. Es una labor dura, pues se  debe realizar en las calles, tanto por el día como por la noche, y muchas veces bajo desfavorables condiciones  del tiempo. Además no dispongo de suficiente tiempo para cuidar de mi familia y cumplir con las faenas domésticas. Sin embargo en el trabajo recibo el apoyo de mis colegas, y en la familia, mi marido me alienta y me ayuda mucho, como por ejemplo a cocinar y llevar y recoger a mis hijos de la escuela.”

Gracias a la laboriosidad de las trabajadoras de higiene ambiental, cada mañana
los metropolitanos andan en las calles limpias como si fueran nuevas

La Compañía de Medio ambiente urbano de Ciudad Ho Chi Minh cuenta con más de mil 700 trabajadores, de ellos 300 mujeres, quienes laboran en un ambiente dañino, con muchos riesgos para la salud, y un horario laboral prolongado, especialmente en los días feriados. Pese a estas dificultades, se esfuerzan para cumplir con máxima responsabilidad el trabajo y las faenas de la familia. Duong Van Hai, vice director de la Compañía de Servicios públicos del distrito 3 dijo: “La mayoría de las obreras de nuestra empresa se encargan de las faenas pesadas en un ambiente nocivo, y deben trabajar con frecuencia por la noche. En las vacaciones prolongadas como la Fiesta del Año nuevo lunar, también deben garantizar el ritmo laboral. Sin embargo, superan con mucha valentía las dificultades para cumplir no solo las tareas asignadas por la empresa, sino las faenas familiares.”

Embellecer en silencio las calles y los barrios es el trabajo tan significativo de las trabajadoras de higiene ambiental. Gracias a su laboriosidad, cada mañana los metropolitanos andan en las calles limpias como si fueran nuevas. Este es el motivo de felicidad de las que aportan días y noches sus esfuerzos anónimos a mantener limpia y salubre la ciudad.