(VOVWORLD) - La casa número 59 del señor Pham Van Quang se encuentra al lado de numerosas grandes tiendas en la concurrida calle de Hang Quat, del casco antiguo de Hanói. Pese a ser un puesto pequeño, es muy conocido entre los transeúntes porque conserva las características peculiares de la profesión de elaborar moldes para pasteles de luna. Este oficio tradicional ha sido mantenido por el señor Quang durante los últimos 40 años, a pesar de que se está desvaneciendo y solo lo realiza de forma estacional.
La tienda del señor Pham Van Quang (Foto: VOV) |
Con solo un área de unos 20 metros cuadrados, la tienda del señor Quang atrae la atención de los visitantes con un cartel dibujado a mano y moldes de madera a diferentes tamaños y formas talladas con letras, flores, carpas, dragones y fénix. Todos están colgados en la pared, desde la puerta hasta el interior del local.
Desde afuera, escuchamos el sonido del cincelado en madera. Al entrar en la casa con estilo antiguo, quedamos impresionados por las paredes irregulares, una televisión colgada del techo, una mesa de té, una tetera y una taquilla para guardar las herramientas.
El dueño estaba elaborando atentamente un molde de pastel para servir a sus clientes a tiempo en ocasión del Festival del Medio Otoño. Detuvo por un momento sus manos y dijo que la mente del creador afecta en gran medida la calidad del producto. “Hacer moldes de madera es expresar la personalidad individual y el corazón del artesano. El producto hecho en otro material nunca mostrará eso. Para mí, lo más difícil al realizar esta profesión es entender la idea de los clientes, ya que si no cumplo con sus necesidades, no volverán”, dijo.
Comenzando con el oficio tradicional a una edad muy temprana, el señor Quang, de 63 años de edad, siempre se decía a sí mismo que “el autoaprendizaje y la creatividad sin cesar” son factores clave para ayudarle a crear productos únicos y de calidad.
Además, en el proceso de ejecución, se debe prestar atención a todos los pasos, desde la elección de las materias primas hasta la forma de esculpir los patrones y motivos para que sean regulares y nítidos.
Particularmente, en cuanto a la madera para hacer el molde del pastel de luna, el artesano suele elegir la de los árboles de “thi” (Diospyros decandra) o “xa cu” (Khaya senegalensis) porque sus cuerpos son lisos, flexibles, difíciles de ser deformados o atacados por termitas, mientras su precio también es razonable. Primero, él debe dar forma al molde de madera. Luego, utiliza una sierra circular para cortar de acuerdo con la forma predefinida.
Durante el proceso, según el artesano, el tallado del patrón también debe ser meticuloso en cada pequeño detalle. “Es diferente elaborar moldes para pasteles horneados y de arroz pegajoso. Para el primero, debemos tallar motivos menos profundos, porque sino la parte exterior del pastel se quemaría al hornearlo. Por el contrario, para el segundo, debemos cincelar más afilada y profundamente, así que cuando se completa, la torta se verá bien”, expresó.
El señor Quang está elaborando moldes de madera de pasteles. (Foto: VOV) |
El promedio del tiempo que se tarda en hacer un molde es de una a tres horas. Pero el señor Quang no escatima tiempo y esfuerzo para crearlos. Especialmente, cuando aparecen ahora en el mercado cada vez más moldes de plástico y silicona, el artesano siempre se enorgullece de elaborar productos peculiares a mano, los que se difieren a los fabricados mediante las máquinas.
Esta es la razón por la que, sin tener ninguna publicidad en Internet, muchos consumidores siguen acudiendo a su tienda, especialmente en ocasión del Festival del Medio Otoño.
Una de ellas es la señora Thuy, residente en la calle de Hang Can, que ha sido una clienta fiel de la tienda durante los últimos 10 años. Ella compartió: “Los moldes para las tartas de la Fiesta del Medio Otoño son una herramienta para que los pasteleros expresen sus emociones en cada producto. Los hechos con madera son más difíciles que otros materiales a la hora de hacer los pasteles, pero me encanta la sensación de sostenerlos en mis manos y golpear en sus dos lados hasta que sale el pastel”.
“Los moldes tradicionales están hechos de un tronco como este, mientras que los removibles de aquí aparecieron durante el período de guerra, porque en aquel tiempo, los colonialistas franceses no permitían hacer ruido. En el pasado, los diseños simbólicos para la longevidad eran los favoritos, ahora lo son los que tienen grabadas la palabra ‘felicidad’ y la forma de ‘moneda’, porque expresan los deseos de todos”, explicó.
Varios moldes de pasteles de luna de la autoría del señor Pham Van Quang. (Foto: VOV) |
Cada año, cuando llega el Festival del Medio Otoño, la familia del artesano produce un promedio de 500 a 600 moldes de pasteles de luna, cuyo precio oscila entre 150 mil y 300 mil dongs cada uno (de 6,47 a 12,94 dólares).
Pero, debido a la aparición de los productos hechos de plástico y silicona, las ventas de su tienda también disminuyeron significativamente. A pesar de eso, el hombre dijo que nunca tuvo la intención de dejar su trabajo. “Ahora es más difícil mantener el negocio porque los moldes de plástico son omnipresentes. Eso se debe a que la sociedad siempre está cambiando y desarrollándose. Eso nos obliga a ser más creativos para elaborar productos más exclusivos y únicos, que los moldes de plástico no pueden obtener. De cualquier manera, nunca dejaré mi trabajo. Siempre que el mercado necesite mi producto, lo seguiré haciendo”, señaló.
“Hacer un pastel delicioso es gracias a la destreza del pastelero, mientras que hacer uno hermoso es por el molde”. Tal refrán parece evidenciar el papel de los fabricantes de moldes de madera para las tortas de luna, como el señor Quang, porque gracias a sus esfuerzos, se continuarán preservando y promoviendo los valores tradicionales de la nación.