Desde septiembre, la pagoda de Thuy Lieu en la comuna homónima es el lugar de reunión de casi diez campesinos de entre 50 y 80 años de edad, quienes planearon construir un puente en el cercano distrito de Vinh Thuan con una longitud de 30,5 metros y un ancho de 2,6 metros. La instalación está financiada por un patrocinador local, mientras que los granjeros y el monje Ly Long Cong Danh, abad de la referida pagoda, son responsables de los trabajos de construcción.

Nguyen Van Tam, de 72 años de edad dijo que habían hecho campañas durante mucho tiempo para la construcción de puentes de caridad. Ahora, sus hijos se encargan de las tareas en el campo. Tam compartió: “Vivo a unos cuatro kilómetros de aquí. Quiero hacer algo bueno para la sociedad. Mi esposa e hijos apoyan mi trabajo. No me preocupa cansarme, porque puedo descansar y recuperarme. Después, volveré inmediatamente a la construcción del puente”.

Con el mismo interés, un grupo de más de 20 agricultores involucrados en la construcción de obras de solidaridad fue fundado por el monje Ly Long Cong Danh. Durante más de diez años, ha construido un total de 88 puentes de hormigón.

El monje a menudo moviliza a los patrocinadores para financiar la construcción. Los fondos solo se proporcionan para la compra de materiales de obra. Sus actividades son muy bien acogida por el pueblo. Muchos de los financiadores voluntarios sugirieron al monje las zonas para establecer los puentes. El bonzo dijo: “Un puente cuesta alrededor de 4 mil dólares. Su calidad está garantizada. Por eso los patrocinadores confían en nosotros. El primer puente fue construido en 2007 y todavía está en buenas condiciones”.

El monje Ly Long Cong Danh y sus compañeros campesinos no solo están ocupados en construir puentes. También hacen un llamado a organizaciones e individuos para que donen libros y fondos a estudiantes en difícil situación y proporcionen medicamentos gratis a la minoría étnica jemer. La dedicación de su grupo ha ayudado a mejorar la vida de la población local. El monje Danh dijo: “Estoy muy feliz de hacer cosas buenas y obtener el apoyo de la gente. Es un honor para mí ganar su confianza”.

La alegría de las otras personas también es su alegría, piensan los agricultores de la comunidad de Thuy Lieu. Esta felicidad se multiplicará si su trabajo es apoyado día a día por muchas personas.