La temporada de crecidas suele llegar entre inicios de mayo y junio con la caída de las lluvias veraniegas. Los compatriotas Mong se ponen entonces a canalizar agua desde lo alto de las montañas a los arrozales como preparación para un nuevo cultivo. Al momento en que el líquido vital serpentear a través de cada parcela, se crea una vista extremadamente impresionante. El color marrón del suelo, el agua que refleja una vasta naturaleza, alternados con el tono de las plántulas de arroz, suman una pintura poética de la que los contempladores difícilmente desvían la mirada.

Hablando sobre su regreso al trabajo del campo tres meses tras dejar descansar el suelo, Thao A Co, oriundo de la aldea de Lim Mong, en la comuna local de Cao Pha, compartió:

“Este año ha llovido mucho, lo que facilita la labranza. Las crecidas también ayudan con el trasplante de plántulas de arroz”.

La temporada de crecidas es una de las épocas más hermosas en Mu Cang Chai.

Por otro lado, sin temor a la distancia y el relieve montañoso, Giang A De, de la comuna de La Pan Tan, ha ido a fotografiar casi todas las terrazas de arroz en Mu Cang Chai con la esperanza de grabar las imágenes más bonitas de su terruño. Mediante sus obras, ha presentado la hermosura de ese distrito a los turistas nacionales y extranjeros. 

Giang A De comentó: “En la temporada de crecidas debe haber altas precipitaciones para una caída regular de agua, lo que más cautiva a los viajeros”.  

Al llegar a Mu Cang Chai en la actual estación del año, los turistas pueden vivir experiencias únicas como andar a lo largo de senderos sinuosos por campos escalonados y participar en la construcción de terraplenes, la arada y el trasplante de plántulas de arroz para conocer la cultura y la vida de los lugareños. Especialmente, en las comunas como La Pan Tan, De Xu Phinh y Che Cu Nha, encontrarán los arrozales aterrazados más hermosos, una perfecta combinación entre la grandiosidad de la naturaleza y la laboriosidad y la creatividad que se han traspasado de generación en generación entre la comunidad étnica autóctona.

Las mujeres Mong cultivan arroz en campos en terrazas.

La primera vez que viajó a Mu Cang Chai, el italiano Silvio quedó atónito ante los paisajes pintorescos de las crecidas. Junto con su esposa también probó labrar las terrazas como si fueran unos verdaderos agricultores.

El visitante de Italia dijo lo siguiente: “Probé arar el campo. Fue fatigoso pero muy interesante. Al saber que hasta septiembre llegaría el momento de la cosecha, entendí mejor la ardua labor de los locales. Fue la primera vez que tuve una experiencia tan memorable”. 

Vang Thi Ly, dueña del hospedaje en modelo homestay “Helo Mu Cang Chai”, compartió: “Veo que a los turistas les gustan más que nada dibujar patrones sobre tela con cera de abejas y faenar en el campo. Dicen que nunca han tenido esas experiencias en Vietnam”.

Además de sus típicos arrozales, Mu Cang Chai sobresale por ser hogar de uno de los cuatro pasos montañosos más bonitos del país, Khau Pha, donde los excursionistas pueden tener una vista panorámica del distrito desde arriba o jugar al parapente. De acuerdo con Luong Thi Xuyen, vicepresidenta del Comité Popular distrital, la localidad ha trazado numerosas medidas basadas en sus recursos naturales y la hospitalidad de sus pobladores para satisfacer aún más a los huéspedes.

La funcionaria dio a conocer: “Nos hemos fijado el turismo como una manera de aumentar ingresos a los pobladores y desarrollar la economía. Al lado de la labranza para garantizar la seguridad alimentaria, aprovechamos los paisajes para practicar el turismo”.