(VOVworld) – ¿Exageramos al decir que el circo es un milagro del cuerpo?. “Equilibrio de fuerza”, número concursante del Circuba en la IV edición del Festival internacional Vietnam 2012, recién-concluido en Hanoi, sedujo a espectadores hanoyenses por “ese milagro” del “muy exigente” arte circense. Les invitamos a percibir el “deleite del amor” a través de una lírica coreografía, plena de belleza, armonía y fuerza de 2 jóvenes artistas  cubanos. Dejen que la música caribeña cálida  y subyugante “queme” su alma.

“Equilibrio de la fuerza” relata una historia del amor “puro como cristal” y a la vez llameante de una joven pareja. El ritmo musical a veces lento a veces rápido expresa diferentes etapas de emoción. Las manos de los artistas Kiriam de Armans Falcom y Eduardo Sánchez Rodríguez ocultan “magia del amor”, hipnotizando a espectadores en su aventura amorosa. La muchacha “se esconde” bajo la fuerza de su pareja, quien la levanta y vuela según melodías de amor. Con pulsadas en equilibrio sobre bastones, abren paso a paso emociones amorosas. Sobre una mesa de 70 centímetros de diámetros, los dos se convierten en una sola forma, pero a veces se separan con tristeza y dolor. Gracias al arte circense que fusiona música y luz, el número “Equilibrio de la fuerza” que responde al género llamado “Dúo Bilanch”, se recurre a la voz del cuerpo para expresar los sentimientos del corazón.

El artista destacado Vu Ngoan Hop, director de la Unión de Circo vietnamita y también miembro del jurado del cuarto Festival circense internacional, formuló altas valoraciones de la profesión del circo cubano. “Pese a ser muy jóvenes y no haber actuado en ultramar antes, los artistas cubanos participantes en este evento demostraron un alto nivel profesional desde sus vestuarios hasta la colocación en el escenario. Por ende, escogimos la presentación cubana para iniciar este festival”.

Los artistas Kiriam de Armans Falcom y Eduardo Sánchez Rodríguez se graduaron en 2011 en la Escuela nacional de Circo. La estrella de bronce que ganaron en el Festival Circuba 2012 no solo evidenció sus esfuerzos incesantes y la pasión por este arte de “multitalento”, sino también les proporcionó la feliz oportunidad de participar en el Festival internacional en Vietnam. Yamel Guerra Alé, jefe de este grupo, dio a conocer: “El festival en Vietnam ha sido una gran experiencia, porque es una forma de medir hasta dónde estamos preparándonos o no para próximos festivales, porque es un grupo muy bueno de la juventud y han visto la diferencia. Ojalá que podamos seguir tanto vietnamitas que vengan al Festival Circocuba, como que cubanos vengan a Vietnam, intercambien las dos culturas en esta parte de circo”.

Por su parte, Kiriam y Eduardo se muestran discretos al hablar de su presentación, quizás porque este fue su primer viaje al exterior. Compartieron que el circo es un arte difícil que exige de la fuerza y la paciencia del artista además de su habilidad natural. 
(Kiriam) “Para entrar en la escuela nacional de circo en Cuba, hay que pasar una serie de pruebas difíciles, y es un privilegio, el tener una plaza en la escuela. La presentación de nosotros es muy importante para nosotros, porque obtenemos experiencias y podemos ver las presentaciones de otros países. Ojalá que podamos venir otro año en el mismo festival como éste con nuestro número.

(Eduardo) “Llevamos un año, trabajando como pareja en un número, preparando todos los días sin parar para obtener esto que estamos haciendo hoy.”

Los artistas circenses de la tierna isla de Cuba conquistaron a espectadores hanoyenses en este festival internacional. Ganaron el premio de popularidad del auditorio. Nguyen Bich Thuy, una visitante, vitoreó su actuación: “Es realmente animada, la música latina. A principios, me parecía que estuvieran bailando, pero luego vi que hicieron acrobacias y se levantaron a sí mismos con las manos. Son muy fuertes. Me interesó esta presentación”.

Los dos jóvenes cubanos llevaron a Vietnam la belleza mágica de una cultura multicolor en que se encuentran la resistencia física de los españoles, y la fuerza de los africanos, el “fuego” en la sangre caribeña. Con la pasión y el entusiasmo de la juventud, los representantes cubanos manifestaron la sencillez y la pureza del amor mediante “el lenguaje corporal”, el espíritu que creó “Equilibrio de la fuerza”./.