(VOVWORLD) - Pese a muchos esfuerzos diplomáticos internacionales, Rusia y Ucrania no han podido encontrar una solución común para implementar un alto el fuego. Algunos expertos temen que la crisis actual pueda escalar y volverse aún más complicada debido al estancamiento en las negociaciones y las intervenciones externas no deseadas.
Ha pasado más de un mes y medio desde que Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania (24 de febrero), la situación en el campo de batalla ha cambiado. Sin embargo, aún no se ha logrado lo que más espera la comunidad internacional: un alto el fuego. Después de muchas rondas de negociaciones con la participación y mediación de varios países como Turquía y Bielorrusia, las dos partes en conflicto aún no han llegado a un consenso sobre una tregua. Si bien las negociaciones continúan estancadas, algunos países occidentales imponen constantemente nuevas sanciones contra Rusia y, al mismo tiempo, traen más armas letales a Ucrania. Este hecho hace temer a la comunidad internacional que la situación militar allí se agrave en los próximos días.
El conflicto se intensifica
El 14 de abril, el Ministerio de Defensa ruso anunció que el buque insignia de su flota en el mar Negro, conocido como Moskva, ha sufrido graves daños tras una explosión en el depósito de municiones. A la vez, el alcalde de la ciudad ucraniana de Odessa, Maksym Marchenko, aseguró que fueron misiles Neptune ucranianos los que han atacado el buque. Sin embargo, ninguna fuente oficial e independiente ha confirmado aún esta información.
El buque insignia de la flota rusa en el mar Negro, Moskva. (Foto: RT) |
El mismo día, el Comité de Investigación de Rusia ha asegurado que el Ejército ucraniano, mediante dos helicópteros de combate, ha cruzado ilegalmente el espacio aéreo ruso y bombardeado la localidad de Klimovo, en la región de Briansk, fronteriza con Ucrania, causando así daños materiales y algunas bajas. Aunque Kiev ha negado esta acusación, a algunos les preocupa que esto pueda ser una nueva escalada peligrosa en el conflicto actual.
En ese contexto, Occidente continúa aumentando el respaldo a la capacidad de combate de Ucrania. El 13 de abril, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que ha autorizado 800 millones de dólares más en asistencia militar y de seguridad a Ucrania. El nuevo paquete de apoyo incluye más helicópteros, sistemas de artillería, munición de artillería y vehículos blindados. La semana pasada, la Casa Blanca informó que había proporcionado más de 1.700 millones de dólares en asistencia de seguridad a Ucrania desde que estalló el conflicto. De hecho, ha enviado a ese país europeo cientos de misiles antiaéreos Stinger y misiles antiblindaje Javelin, así como una gran cantidad de municiones y armaduras. Además, el director de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), William Burns, declaró que su entidad ha estado compartiendo información clasificada a Kiev.
Algunos otros Estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también han proporcionado armas y equipos de combate a Ucrania y se comprometieron a mantener y promover este tipo de apoyo. Paralelamente, han impuesto más sanciones draconianas contra Rusia.
Misiles antiblindaje Javelin enviados por Estados Unidos a Ucrania. (Foto: AFP) |
Las partes mantienen el diálogo e impulsan una solución diplomática
Afortunadamente, no todos los países occidentales apoyan o actúan en esa dirección. Numerosos miembros de la Unión Europea (UE) y la OTAN están trabajando para promover el diálogo con Rusia y encontrar una solución diplomática a la crisis actual.
A principios de esta semana, el canciller de Austria, Karl Nehammer, realizó una visita a Moscú y se reunió con el presidente ruso, Vladimir Putin. Este es el primer líder europeo que ha llegado a Rusia desde el estallido del conflicto en Ucrania. En las conversaciones con Putin, Karl Nehammer enfatizó la importancia de las negociaciones Rusia-Ucrania en Estambul patrocinadas por Turquía. En el contexto de la confusión y la falta de unidad de Occidente en su estrategia para castigar a Rusia, analistas internacionales esperan que la visita del líder austriaco ayude a crear un puente entre Moscú y Kiev y a mantener un canal de contacto necesario entre Bruselas y Moscú.
Mientras, en Francia, la candidata de extrema derecha a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales, Marine Le Pen, anunció como una propuesta de su campaña que, tras el fin del conflicto entre Rusia y Ucrania, la OTAN debería estrechar los vínculos con el Kremlin. Afirmó que en cuanto el conflicto ruso-ucraniano haya terminado y se haya resuelto con un tratado de paz, pedirá la puesta en marcha de un acercamiento estratégico entre la OTAN y Rusia. Es del interés de Francia y Europa, así como de Estados Unidos.
Muchos otros países y entidades internacionales también están instando a las partes en disputa a dialogar para superar la crisis. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, llamó el 13 de abril a Rusia, Ucrania y las partes relacionadas con el objetivo de mantener y fortalecer las conversaciones para poner fin a las hostilidades. Del mismo modo, desde Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, afirmó el 11 de abril que el diálogo es la única forma correcta para solventar la cuestión Moscú-Kiev. Según el funcionario, Occidente debe promover la paz tomando medidas prácticas, en lugar de tratar de usar sanciones.