(VOVWORLD) - El primer encuentro cara a cara entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Suiza ha sido el foco de atención internacional en los últimos días. Aunque la reunión no registró grandes avances, señaló la buena voluntad de ambas partes para hacer avanzar sus relaciones. Se puede decir que las señales positivas de esta cumbre son un impulso para romper el hielo en los nexos bilaterales, que han tocado fondo después de un largo período de tensión.
El presidente estadounidense Joe Biden (derecha) y su homólogo ruso Vladimir Putin en la reunión en Ginebra, Suiza, el 16 de junio de 2021. (Foto: AFP/VNA)
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Esta no es la primera vez que Biden se encuentra con Putin, pero sí es la primera cumbre entre los dos líderes desde que Biden asumió el cargo de presidente de Estados Unidos. La cita, que tuvo lugar en Ginebra (Suiza), duró casi 4 horas. Pese a muchos desacuerdos, ambas partes han tratado de dialogar con franqueza y buscar oportunidades de cooperación en temas en los que tienen intereses superpuestos.
Diversos puntos de vista diferentes
En la cumbre, Estados Unidos y Rusia discreparon sobre varios temas. Washington expresó su preocupación por el arresto por parte de Moscú del líder opositor ruso Alexei Navalny, así como por el aumento de la presencia de tropas rusas en la frontera oriental con Ucrania. Además, acusa al país euroasiático de estar detrás de algunos ciberataques en Estados Unidos. Biden incluso advirtió que Rusia sufriría “consecuencias devastadoras” si Navalny, actualmente detenido, muere o si continúan los ataques cibernéticos en su territorio.
En respuesta, Putin desestimó las preocupaciones de Washington sobre el arresto de Navalny y afirmó que el aumento de la presencia militar de su país cerca de la frontera oriental con Ucrania se debe a que Rusia estaba realizando ejercicios militares en la frontera de su propio territorio. En cuanto a la intención de Ucrania de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), a la que Rusia siempre se ha opuesto firmemente, Putin afirmó que “este no es un tema que deba discutirse en esta reunión”. Otro punto que vale la pena señalar es que ambos dirigentes no invitaron a su contraparte a visitar sus respectivos países y enfatizaron que la organización de estas visitas dependerá de las condiciones de la coyuntura actual.
Por unas relaciones estables entre Estados Unidos y Rusia
A pesar de muchas opiniones diferentes, esta cumbre también registró señales positivas, mostrando la buena voluntad de ambas partes en una serie de cuestiones. Como resultado, los dos líderes llegaron a un consenso sobre tres temas importantes. Primero, acordaron realizar consultas intersectoriales presididas por los Ministerios de Relaciones Exteriores de los dos países sobre la implementación del nuevo Tratado para la Reducción de Armas Estratégicas (START-3). Washington y Moscú coincidieron en iniciar pronto un diálogo integral sobre la estabilidad estratégica, sentando así las bases para el futuro control de armas y reducción de riesgos.
En segundo lugar, ambas partes concordaron enviar a sus embajadores de nuevo de servicio en el otro país e iniciar consultas entre sus respectivos Ministerios de Asuntos Exteriores. Se trata de un paso importante para que las dos potencias normalicen las actividades de sus misiones diplomáticas, que se han estancado recientemente debido a la imposición de sanciones mutuas y la expulsión de diplomáticos en abril. Finalmente, Washington y Moscú abogaron por realizar consultas específicas sobre el tema de la ciberseguridad.
Especialmente, los dos líderes también hicieron declaraciones positivas después de la cumbre. Biden confirmó que los próximos meses serán un buen momento para demostrar si la cumbre en Ginebra puede ayudar a mejorar las relaciones con Rusia o no. Mientras, Putin consideró la cita como un diálogo bastante abierto y franco, en el que ambas partes no buscaron presionarse mutuamente.
El encuentro cimero entre Estados Unidos y Rusia no logró grandes avances, pero sus resultados iniciales muestran que los dos países están dando pasos cautelosos hacia una relación estable. La voluntad de ambas partes de escuchar los puntos de vista de la otra sobre cuestiones y diferencias en esta cumbre es un punto de partida positivo, que puede crear oportunidades para sus futuros diálogos sobre soluciones más específicas para mejorar las relaciones bilaterales.