(VOVWORLD) -Desde el 13 de agosto, Estados Unidos prohibió oficialmente a las agencias gubernamentales del país la compra de productos proporcionados por cinco empresas chinas de servicios de telecomunicaciones, videovigilancia y equipos tecnológicos. Esta decisión, junto con una serie de sanciones anunciadas anteriormente, no solo puso fin a la cooperación entre las corporaciones de tecnología de ambos países, sino que también deterioró aún más las relaciones bilaterales en este campo.
(Foto ilustrativa: Reuters) |
Las cinco compañías chinas de tecnología sometidas a las nuevas sanciones de Estados Unidos son Huawei, ZTE, Hytera Communications, Hangzhou Hikvision Digital Technology y Zhejiang Dahua Technology. La medida se tomó en un esfuerzo del presidente estadounidense, Donald Trump, para eliminar en la red digital de su país las aplicaciones de China que no son de confianza. A Washington le preocupa que productos de las empresas del gigante asiático puedan ser utilizados para el espionaje y otras actividades que perjudiquen la seguridad nacional.
Guerra comercial entre las dos potencias es un atolladero
China es el mercado de Internet más grande del mundo porque tiene el mayor número de pobladores que utiliza plataformas digitales y redes móviles 4G y 5G. Sin embargo, en los últimos tiempos, algunas empresas de tecnología como Huawei, ZTE y Hangzhou Hikvision Digital Technology fueron incluidas en la lista de sanciones impuestas por la administración de Trump. Más recientemente, Tik Tok y WeChat también fueron penalizadas, lo que es considerado como una escalada de la confrontación entre las dos potencias en la industria tecnológica global.
En cuanto a la aplicación Tik Tok, el inquilino de la Casa Blanca la calificó como una “grave amenaza” al utilizar información falsa a favor de China, y argumentó que Estados Unidos debe tomar medidas drásticas para proteger la seguridad nacional. Inmediatamente después, Trump estableció un plazo de 45 días para que la corporación Microsoft controlase las operaciones de TikTok en Estados Unidos.
En tanto, el jefe de la Casa Blanca acusó a WeChat de recopilar automáticamente grandes cantidades de información de los usuarios estadounidenses, lo cual permite a Beijing acceder a datos confidenciales de su país. Evidentemente, la prohibición del uso de la aplicación sorprendió a los estadounidenses de origen chino y cualquier persona que tiene vinculación con el gigante asiático, ya que la ven como una parte indispensable para ayudarles a conectar con el mundo.
En respuesta, China afirmó que Estados Unidos está “intimidando” a sus empresas de tecnología mediante una “visión estrecha” y prometió “luchar hasta el final y a toda costa”. En un futuro cercano, es probable que Beijing coloque a Apple en la lista de entidades que no son de confianza, de la misma manera que Washington lo hizo anteriormente con Huawei.
Daños colaterales
Según observadores, las prohibiciones y las represalias mutuas perjudican tanto a Estados Unidos como a China. Para Beijing, las sanciones estadounidenses causarán escepticismo entre los inversores extranjeros. Además, la nación asiática destinó grandes inversiones para desarrollar sus corporaciones de tecnología, pero Washington utilizó su dominio en la infraestructura de Internet y el sistema operativo para desalentar su ambición de conseguir la hegemonía tecnológica mundial, lo que obliga a las empresas chinas a esforzarse para resistir.
Para Estados Unidos, las prohibiciones podrían afectar a las empresas extranjeras en su territorio, incluidas las de Japón. Según estadísticas, más de 800 firmas niponas mantienen relaciones de cooperación y negocios con el gobierno norteamericano. En consecuencia, las sanciones obligan a cambiar la estrategia para cómo evitar el uso de productos de empresas chinas. La prohibición del uso de aplicaciones de Internet del gigante asiático también podría reducir los ingresos generados por las actividades de publicidad de las marcas estadounidenses que procuran acceder a los consumidores chinos. Además, los ciudadanos de ambos países son los más afectados por este conflicto comercial.
Se prevé que Alibaba, uno de los negocios minoristas en línea más grandes del mundo, sea el próximo objetivo en la confrontación tecnológica entre Estados Unidos y China. Si eso sucede, esta guerra ciertamente tendrá desarrollos más dramáticos en los próximos tiempos.