(VOVworld) – La boda es un hecho importante en la vida de toda persona. Los hombres y las mujeres del grupo étnico Jemer en Vietnam tienen todo el derecho de escoger a su pareja y unirse en relaciones conyugales, pero el casamiento debe realizarse según la tradición de su pueblo.
La temporada de las bodas de los jemeres comienza en el mes de enero y termina en marzo del calendario lunar, cuando ya finalizan la cosecha de arroz. Al igual que la mayoría de los jemeres asentados en las provincias deltaicas del Mekong en el sur de Vietnam, la familia del señor Chau Chan Da, residente del distrito de Tri Ton, provincia de An Giang, celebra el casamiento de su hijo con un protocolo ancestral.
La delegación de la familia del novio van a la casa de su amada
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El novio, Chau Lim, trabaja en el sector de seguridad pública, mientras su pareja, Thach Thi Nhon, cursa el último año de Banca en la universidad. Ambos decidieron casarse dos años después de conocerse.
La ceremonia de pedido de mano se efectuó en la casa de la muchacha. Los presentes de boda entregados por la familia del novio incluyeron bandejas de betel y areca, flores, frutas y pasteles “tet”, hechos de arroz glutinoso, carne de cerdo y frijol verde. Se entregó en la ocasión una suma de dinero para facilitar las compras de la novia antes de ir a vivir en la casa de su esposo. La música tradicional de cinco tonos “ngu am” pareció acentuar más el ambiente solemne de la ceremonia de pedido de mano.
La novia espera en casa la llegada de su futuro esposo
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Para comenzar los ritos del pedido de mano, dos celebrantes, llamados en idioma jemer Achar, dijeron algunas palabras. Los Achar son personas prestigiosas en la comunidad, conocedoras de la cultura y las costumbres tradicionales y tienen familias felices. Chau Chan Da, padre del novio, comentó: “Invitamos a las personas decentes y conocedoras a celebrar el pedido de mano y demás pasos de las ceremonias nupciales de mi hijo. Los ritos tradicionales requieren determinados conocimientos y capacidad.”
El intercambio entre dos celebrantes se efectuó en presencia de los representantes de las dos familias. Se trata del primer paso de las ceremonias nupciales tradicionales. En la ocasión, acordaron la fecha de la boda.
Obsequios de boda
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Antes la ceremonia oficial (o Apia Pi Pia, en idioma jemer) se realizaba durante tres días y dos noches, pero hoy día en varias comunidades jemeres ya no se prolonga tanto. Se cumplen solamente los pasos fundamentales como la primera visita de la familia del novio a la de su pareja, el culto al señor Ta, los ritos de cortarse el pelo y rociar flores de areca, la invitación a monjes para la oración, los protocolos de girar una lámpara y atar hilo en las muñecas, el culto a los antepasados y la ceremonia de entrada en la habitación nupcial…
Debido a que los jemeres mantienen aún el matriarcado, el casamiento suele realizarse en la casa de la novia. Desde tempranas horas de la mañana, la delegación de la familia del novio, encabezada por el celebrante, lleva los obsequios a su homóloga, entre ellos joyas y bufandas. Antes de la llegada de la delegación, la familia de la muchacha cierra la entrada de la casa con ramas espinosas de un árbol que simboliza la pureza y su virginidad. Una vez que se acerca a esta puerta, el representante de la delegación de la familia del novio hace tres círculos en el aire con una espada de madera. Entonces, los padres de la novia tocan gongos para darles la bienvenida. Luego, se entregan guirnaldas de flores y entran juntos en la casa en el ambiente de música y felicitaciones.
El rito tradicional de atarse con hilos rosados
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Uno de los ritos del casamiento de mucho significado para los jemeres es el de cortarse el pelo para los novios, como para despejarlos de la mala suerte en la vida.
Por la noche, la familia de la novia invita a los monjes en la localidad a realizar plegarias al Buda y bendecir a la pareja. Se trata de un rasgo muy particular de los jemeres. La ceremonia oficial se efectúa el día siguiente, con ritos importantes para unir por siempre a los dos jóvenes. La novia Thach Thi Nhon expresó con emoción: “Me siento muy feliz y orgullosa cuando mi boda se realiza con ritos tradicionales. Creo que hay pasos que solo son de mi etnia.”
Jóvenes de la aldea se unen en el baile tradicional Lam Thon al cierre de la celebración
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En la actualidad, debido a la convivencia y el intercambio cultural con otros grupos étnicos en la región de Cochinchina, el casamiento de los jemeres tiene nuevos elementos. Sin embargo, se mantiene lo tradicional. Después de finalizar los protocolos ancestrales, se ofrece el banquete a los familiares y amigos del matrimonio según nuevas normas. Y como siempre, el familiar baile Lam Thon, con la participación de todos los jóvenes de la aldea, cierra la celebración.