Visita a la antigua villa de Duong Lam

(VOVworld)- A unos 50 kilómetros del centro de la capital Hanoi, se encuentra la antigua aldea de Duong Lam. Este destino atrae cada día a más turistas que quieren escaparse de los bullicios de la urbe en un fin de semana para mezclarse en el ambiente apacible y tranquilo de esta zona campestre que  preserva una arquitectura original con sus casas centenarias de piedra de laterita. Ahora, les invitamos a descubrir esta antigua aldea típica del delta del río Rojo.

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Tras más de una hora en coche, los visitantes llegan a la aldea de Duong Lam en una bella mañana de verano. Apenas se alejan del centro de Hanoi, dejan atrás el frenético ritmo urbano y sus corrientes de vehículos. Aparece ante sus ojos el paisaje pintoresco de los arrozales verdes y tanques llenos de loto que están por florecer. Todo se llena de serenidad. Pasando por la puerta principal, los visitantes entran en el caserío de Mong Phu, uno de los 5 villorrios antiguos que forman el actual pueblo de Duong Lam. La belleza de este portón de lateritas con su estilo arquitectónico original es resaltada aun más por el verdor del campo. En esta aldea antigua, cada camino y cada casa posee una característica propia, proporcionando experiencias diversas a los visitantes. Nguyen Trong An, vice jefe de la Comisión de gestión de la aldea antigua de Duong Lam destacó: “Entre los 5 villorrios de Duong Lam, el de Mong Phu cuenta con el mayor número de vestigios, como casas comunales, antiguas residencias y capillas…, aunque los otros 4 disponen también de importantes reliquias que atraen a los excursionistas.”  

En este poblado, hay unas mil casas centenarias, muchas de ellas construidas en el siglo 17. Parece que el tiempo se detiene un poco en esta aldea, por lo menos es la impresión de quienes visitan sus antiguas residencias construidas con lateritas, un material muy abundante en la región. En el villorrio de Mong Phu, las casas más bonitas pertenecen a las familias de los señores Huyen, Le y Hung. En el caserío Dong Sang, que está cerca, se conservan casi intactas 10 casas antiguas. La guía Nguyen Thi Thu Hoai, de la Comisión administrativa de Duong Lam explicó: “Las antiguas casas de Duong Lam fueron edificadas según una misma línea arquitectónica, que divide la vivienda en varias partes. Las residencias de los mandarines feudales son muy grandes, de 5 a 7 naves. Pero las casas de los mandarines militares eran diferentes de las de los civiles. También eran ornamentadas de modo distinto. Los mandarines civiles solían ornamentar sus viviendas con tablas de laca y colgaduras verticales de sentencias chinas, mientras en la casa de los militares se hallan motivos de dragón u otros ornamentos típicos de la época.”


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La mayoría de estas casas son muy bien preservadas, incluso la vivienda de la familia de Kieu Anh Ban, en el caserío de Dong Sang, que fue construida en el año 750 en la dinastía del rey Le Hien Tong. Duong Lam es también conocida por la pagoda Mia o la casa comunal de Mong Phu, así como por sus gremios de oficios tradicionales. Le Thi Kim Nhung, oriunda de Duong Lam dio a conocer: “Duong Lam tiene productos muy conocidos. Ante todo debemos mencionar la pastelería. Los buñuelos de viento, tortas de arroz y pasteles de arroz glutinoso son sus especialidades. Aquí elaboramos también dulces a base de maní. Más tradicionalmente, son los oficios de carpintería y herrería. Deseamos que se mantengan estos oficios tradicionales para atraer a más turistas.”

Las especialidades locales son muy famosas y a los visitantes les gusta mucho degustar las comidas elaboradas por los mismos lugareños. Aiko, una joven japonesa expresó: “Me encantan los platos preparados por los habitantes locales, así como sus golosinas como dulces de maní, caramelos de sésamo y pasteles de arroz…”

Por situarse cerca de la capital, Duong Lam se beneficia de una situación favorable para fomentar el turismo. Los visitantes suelen optar un recorrido de un día por esta aldea antigua, descubrirla en bicicleta, y los locales siempre les dan una cálida bienvenida, antes de explicarles claramente sobre la historia y la arquitectura de sus casas, así como las costumbres y tradiciones de este pueblo que en esta vida moderna preserva con mucho cuidado y orgullo sus reliquias culturales./.

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